La instancia convocó a un puñado de vecinos y vecinas para discutir el destino que el Ejecutivo municipal le dará a los fondos públicos y el mecanismo que utilizará para recaudar.
A la hora de discutir sobre el Presupuesto 2026, la mayor demanda estuvo orientada a robustecer las partidas para la salud, la seguridad y la educación.
Esos tres ejes fueron los que abordó por ejemplo la veterinaria local y excandidata a intendenta, Julieta Ceballos.
Al momento de dar su postura, Ceballos pidió que el Estado sea “pequeño, eficiente y limitado, y no una máquina de gastar recursos ajenos para sostener estructuras políticas”.
Por otro lado, hizo saber su rechazo al presupuesto asignado a salud, seguridad y educación, ejes a los que, según ella, le destinarán el 21% del total.
“Es decir que por cada 1000 pesos que ingresan al municipio, 210 se destinan a los servicios esenciales. Los otros 790 se consumen en estructuras políticas, programas difusos sin control efectivo, eventos, publicidad, entes”, apuntó.
“No hay equipamiento nuevo en salud, no se amplía la infraestructura ni se mejoran los servicios, no hay metas sanitarias verificables”, amplió. Por último, Ceballos pidió que las partidas en salud, educación y seguridad superen el 40% de lo proyectado.
Al expresarse sobre la Tarifaria 2026, manifestó:“Una tasa debería existir si cumple tres reglas: si tiene un servicio o una contraprestación concreta; si previene un daño a terceros y si no invade la propiedad privada. Todo tributo sin contraprestación debe desaparecer. No podemos seguir financiando el estado castigando la propiedad, el comercio”.
Un vecino que se identificó como Ramón Yáñez, se quejó del presupuesto al decir que “es un dibujo que no tiene consistencia económica real de las necesidades de Villa María”.
Rebeca Giuliano, otra de las vecinas que participó de la audiencia pública, se refirió a la necesidad de implementar un programa eficiente de cuidado animal.
Al respecto, dijo que esa problemática en 2026 solamente le significará al Municipio unos 258 millones de pesos, es decir, 28 millones más que lo gastado en 2025.
“Seguimos cuestionando la efectividad de este programa, ya que al no ser integral y preventivo, funciona como una curita en la fractura expuesta que es la problemática animal”, expresó.
Al cierre de la sesión, Giuliano volvió a pedir la palabra para solicitar que se considere el cambio de horario de todas las audiencias públicas, ya que generalmente se realizan durante la mañana, en momentos en los que mucha gente se encuentra trabajando y no puede participar. La mujer puso como ejemplo el caso del Concejo Deliberante de Villa Nueva, que suele llevar a cabo este tipo de sesiones durante la noche y, según ella, “a sala llena”.
A su turno, Lucía Sánchez cuestionó el estado en el que se encuentra el Centro de Adopción Municipal (CAM). “Fui hace 18 días, el olor es nauseabundo debido a la planta depuradora, se escuchan las detonaciones de la Fábrica Militar. El lugar está en estado de abandono”, exteriorizó.
Es importante precisar que los mencionados proyectos ya fueron aprobados en Primera Lectura semanas atrás y deberán ser tratados en Segunda Lectura en próximas sesiones, una vez cumplidos todos los pasos establecidos por la normativa vigente.