El Frente de Todos tiene la decisión tomada: acelerará el paso a partir de hoy en el Congreso para que el 12 de mayo haya una nueva ley de biocombustibles en Argentina y empalme así con el vencimiento del actual marco normativo creado en 2006.
Los K aceleran y dicen que tienen los votos para la ley de biocombustibles
Hoy el proyecto presentado por el Frente de Todos en Diputados ingresará a la Comisión de Energía para obtener rápido dictamen y llegar al recinto. Quieren que en breve pase al Senado. "No es anti-Córdoba", dijo Cleri
Para eso, el oficialismo llevará a la Comisión de Energía hoy el proyecto que presentó el diputado santafesino Marcos Cleri el jueves pasado para buscar un rápido dictamen y luego debatirlo en el recinto y darle media sanción. Según el legislador que impulsa la iniciativa, hay acuerdo para alcanzar los 129 votos necesarios en la Cámara baja “y aún más”, vaticinó.
“Es una iniciativa que junto con legisladores de distintas provincias y otros bloques fuimos construyendo en conjunto para continuar las leyes 26093 y 26344. La primera se refiere a un 5% de biodiesel en gasoil y la otra al corte de naftas con etanol, primero con el de caña y posteriormente con el de maíz”, explicó Cleri ayer en declaraciones al programa radial Buen Día Río Cuarto que se emite por la Digital 91.9.
“La ley que fuimos construyendo con mucho consenso plasma la posibilidad de un acuerdo económico y social en un sector tan importante como es el sector agropecuario, la ruralidad, incluyendo la transición energética, el cuidado del ambiente. Y por supuesto también la energía en general, con los combustibles fósiles atento a que en base al corte que se establezca en la ley y la potestad que tenga la autoridad de aplicación se puede bajar o elevar en base a circunstancias objetivas que están establecidas en la ley y que hoy ya la Secretaría de Energía las fija pero en base a resoluciones y acuerdos con las cámaras sectoriales”, indicó el diputado santafesino.
Cleri destacó que el corte de los biocombustibles “lo establecemos como criterios objetivos en la misma ley para poder dar previsibilidad, seguridad jurídica y por supuesto construir hacia adelante la nueva etapa luego de la 26093, avanzando con este nuevo marco normativo de los biocombustibles de primera generación y por supuesto construir hacia adelante lo que serán los biocombustibles de segunda y tercera generación”.
¿Cómo se establece esa previsibilidad en los cortes?
El proyecto fija un corte del 5% tal como dice la ley 26093 para biodiesel y un corte del bioetanol del 12% con un 6% para caña de azúcar y 6% para maíz. Tanto en el bioetanol de maíz como en el biodiesel tiene la autoridad de aplicación la potestad de elevar el corte, que sería por mayor sustitución de combustibles fósiles con mayor mezcla de los bio; o bajar el corte hasta un 3% en los casos de que el insumo principal de elaboración -maíz o aceite de soja- tengan un precio tan alto que termine impactando demasiado en el precio final en surtidor. Con eso buscamos lo que viene construyendo desde enero la Secretaría de Energía junto con las cámaras y poder garantizar la continuidad laboral, cuidando las pymes o las empresas de menor escala para que puedan seguir trabajando y no tengan actividad y parate, actividad y parate, como vinieron teniendo en los últimos cuatro años. Por eso teníamos la expectativa de que en la Comisión de Energía donde se trata este miércoles el proyecto podamos seguir intercambiando distintos puntos de vista y rápidamente dictaminarlo y así aprobarlo en la Cámara de Diputados y antes del 12 de mayo sea sancionado en la Cámara de Senadores logrando así una convergencia entre lo que es el régimen de la 26093 con este nuevo marco normativo.
¿Hay tiempo para tratarlo y debatirlo antes del 12 en ambas cámaras?
Vamos a hacer todo lo posible porque consideramos que hay tiempo para poder sancionarlo antes del 12 de mayo, atento a los consensos que fuimos logrando y acompañamientos del proyecto.
La duda que existía era si tenían los votos en Diputados, ¿los tienen?
Creemos que se va a poder obtener ese número de 129 y esperamos que más porque trabajamos con cada uno de los sectores. Hay legisladores de Juntos por el Cambio que acompañaron el proyecto y lo expresaron públicamente. Sobre todo porque construye una seguridad jurídica más holgada que la de la prórroga; en segundo lugar porque en un mismo proyecto se contempla el biodiesel, el etanol de azúcar y el de maíz, atento a que la 26093 sólo habla de biodiesel al 5%. Luego la 26344 sumó al etanol de caña y posteriores resoluciones de Energía incluyeron al de maíz. Ahora estamos logrando un cuerpo normativo integral, cuidando las empresas de menor escala, que tienen un desarrollo en las distintas regiones del país y por supuesto tomando las experiencias positivas del vínculo de la Secretaría de Energía como autoridad de aplicación y las cámaras para poder darle un horizonte de previsibilidad, una rentabilidad determinada. Y pensando en la macroeconomía general, para que los trabajadores sigan teniendo la posibilidad de continuar trabajando en estas importantes empresas, que las empresas puedan seguir teniendo una previsión de inversión a largo plazo por la seguridad jurídica a construir y la respuesta que van a tener en base a la regulación del precio de manera positiva y asimismo sostener un equilibrio dentro de la macroeconomía para tener un modelo de desarrollo integral y equilibrado.
Hubo una observación amplia sobre la gran discrecionalidad que el proyecto deja en manos de la Secretaría de Energía para fijar precios y cortes...
Son las mismas facultades que tiene en la actualidad y fue en base a esas mismas facultades que fue otorgando corte y precio y llegamos hasta el día de la fecha. Lo que hacemos ahora es que esas facultades sigan en la ley y que las decisiones que se fueron tomando con el consenso del sector se materialicen de forma objetiva para que haya parámetros y márgenes en la ley y no en base al secretario de Energía que haya en cada momento.
En el proyecto se deja al margen de un ajuste la baja al etanol de caña, ¿hay protección especial para ese sector?
El biodiesel y el etanol de maíz tienen un precio en la producción con incidencia internacional y lo que buscamos es la protección de esas empresas y que el corte y el precio que se pueda lograr no tenga un impacto negativo en la economía general. En lo que respecta a la caña, la superficie sembrada es justa la necesaria para abastecer a ese mercado que es el 6% (550 mil metros cúbicos por año). Y teniendo en cuenta que la ampliación de la superficie sembrada en ese sector se tiene que hacer con 5 o 6 años de anticipación reconocemos que con ese corte van a poder tener una capacidad instalada en el norte del país, con una mayor cantidad de trabajadores frente al biodiesel y al etanol de maíz, que tienen otras posibilidades de integración.
El presidente de la Asociación de Biocombustible e Hidrógeno, Claudio Molina, dijo que este proyecto suyo es anti-Córdoba y anti-Santa Fe...
Falta a la verdad. Es un proyecto a favor de la Argentina, a favor de la provincia de Córdoba y de la provincia de Santa Fe, que plasma un acuerdo económico y social con posibilidad de desarrollo de nuestros territorios y regiones. En particular la región centro se ve potenciada porque construye la seguridad jurídica hasta 2030 más 5 años. Y a su vez hay un consenso que se fue construyendo con la Secretaría y las cámaras que producen biocombustible que están a favor de este proyecto de ley, participaron en su redacción y logramos los acuerdos necesarios para lograr un punto de equilibrio a favor de la Argentina.
¿Qué pasó entre octubre y ahora que el oficialismo impulsó allí la prórroga de la actual ley por 4 años en el Senado y ahora en Diputados cambia y busca una nueva norma?
Sucedió que todas las alternativas se fueron analizando y construyendo, y en base a todos los acuerdos con los sectores productivos observamos más conveniente tener un régimen que dé más previsibilidad a mediano y largo plazo. Y que además se construyó en diálogo con senadores.
¿Hubo lobby petrolero en el medio?
En la ley queda establecido que el sector petrolero no puede participar de la producción de los biocombustibles. Es parte de este debate en el que se estudió el tema, profundizó cada cadena de valor para potenciarla, se sabe quiénes producen, cómo producen, qué necesitan, cantidad de empleados, las empresas de menor escala y también las de mayor que hicieron una gran inversión en cada uno de los lugares, y están contemplados en este proyecto de ley. Y por supuesto que es un proyecto de ley de biocombustibles, después se discutirá el de hidrocarburos, para lo cual está trabajando Energía con el sector productivo. Por eso cada sector pudo hacer su aporte para que este proyecto sea 100% a favor de la Argentina y cada uno aportó algo y tendrá un nivel de acuerdo del 80%. Sabiendo que tenemos que cuidar el ambiente, que necesitamos una ecuación para evitar que los combustibles aumenten de manera desmedida y también reconocemos que hay bienes que tienen un vínculo internacional y tenemos que acompañar la posibilidad de regularlos para garantizar el trabajo y garantizar una economía pujante y vigorosa.
¿Sería deseable para ustedes un mayor corte de biocombustibles a futuro?
Hay dos artículos con la posibilidad de elevar el corte por parte de la Secretaría y también sustituir combustibles fósiles por bio. Y quiero recordar algo: en los 4 años anteriores había cortes por resolución, no por ley. En la ley era el 5% en biodiesel y en el caso de etanol era por resolución. Por eso los que dicen que se baja, faltan a la verdad. Además, se decía que en biodiesel era 10% y en etanol era 12% pero el real era 5% y 8% respectivamente.
Los exsecretarios de Energía piden la prórroga de la normativa actual
En medio de la discusión por la continuidad normativa de los biocombustibles en Argentina, 7 exsecretarios de Energía nacional firmaron ayer un documento en el que alientan a la prórroga por un año de la ley 26093 y discutir allí cómo continuar desarrollando ese sector que creció fuerte en los últimos 15 años.
“Los biocombustibles debieran desarrollarse en un ambiente de mercado donde se contabilicen sus externalidades positivas, especialmente las medioambientales. Este primer punto es perfectamente cuantificable ya que el dióxido de carbono está impositivamente gravado, y se puede determinar que las emisiones relativas de los biocombustibles respecto a sus sustitutos son menores”, señala el comunicado.
En este sentido, “debe analizarse la conveniencia de recalibrar el impuesto al CO2 y su peso relativo en el precio final de los combustibles líquidos para que el mismo esté más en línea con las recomendaciones de la Comisión de Alto Nivel sobre los Precios del Carbono”, afirmaron.
“Dado que los biocombustibles presentan una realidad heterogénea (grandes plantas integradas de biodiesel y plantas pymes y regionales; bioetanol de maíz y bioetanol de caña de azúcar), resulta necesario incentivar mecanismos de mercado pero con un Estado que segmente parcialmente la competencia dentro de los diferentes estamentos de la industria, de manera de asegurar un plazo razonable en la convergencia hacia una competencia más pura que resguarde la participación regional y de las pequeñas y medianas empresas”, indicaron.
“En materia de participación de mercado e integración vertical de los productores de combustibles líquidos, resulta fundamental observar la ley y normativas de defensa de la competencia, para evitar las situaciones de posición dominante que puedan resultar en perjuicio para el interés económico general”, aclararon.
“Debe analizarse el establecimiento de un Fondo Compensador de Carbono, que permita atenuar los bruscos movimientos relativos de la materia prima de modo de permitir a los biocombustibles tener una mayor previsibilidad para competir en estado puro con sus sustitutos fósiles. Ello resultará en un aporte fundamental para ampliar la oferta y competencia dentro del mercado de combustibles”, dijeron los especialistas.
“Deben promoverse las exportaciones. El país y la región pueden y deben potenciar la generación de valor agregado exportable de proteína animal y biocombustibles, lo cual agrega hasta cinco veces valor respecto a la producción primaria de proteína vegetal. Estos principios rectores deben servir para la formulación de políticas de largo plazo que nos permitan superar las urgencias cortoplacistas que también enfrenta nuestro país en este tema”, remarcaron los firmanes Emilio Apud, Julio César Araoz, Alberto Devoto, Alieto Guadagni, Jorge Lapeña, Daniel Montamat y Raúl Olocco.
Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal