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Entrevista a Luis Felipe Noé: "El caos está siempre, aun en la tranquilidad se gesta la podredumbre que se viene"

El artista plástico presentó la muestra "Dos mil veinte, el virus reina", con obras realizadas durante la cuarentena. Asegura que se inspira en la propia vida, que ofrece "siempre situaciones distintas", y considera el color clave en cuanto "es la fuerza que adjetiva".

Es uno de los máximos referentes del arte plástico argentino, con una tarea incansable que lo lleva a presentar todos los años una nueva muestra con toda la grandeza de sus trazos. Luis Felipe Noé, a sus 87 años y tras haber superado el Covid-19, abrió una nueva exposición con obras realizadas durante la cuarentena: “Dos mil veinte, el virus reina”, que se une a otras dos muestras en un homenaje que el arte le hace al pintor.

“Aproveché el tiempo de estar encerrado para concentrarme, lo que me vino muy bien. De todas maneras, todos los años hago una exposición, una costumbre que tengo desde hace más 20 años. En esta oportunidad me sirvió para concentrarme más, y no sólo en la pintura, sino que también estoy escribiendo un libro sobre el tema que siempre he tratado, el caos, y se llamará ‘Asunción del Caos’”, indicó Noé, o “Yuyo”, como le dicen sus amigos, y asegura: “Evidentemente, no es lo único que estuve pintando, pero 8 de las 15 obras que hice están influenciadas por el tema del momento, el virus, por eso la exposición en Rubbers se llama ‘Dos mil veinte, el virus reina’, ¿cómo no va a reinar si tiene corona?”.

Además, comenta Noé: “Desde la Rubbers decidieron, para promover la exposición, aliarse con otras dos galerías para hacer una especie de homenaje con obras mías que son de esta última década en una de ellas y en otra con obra del ’75, que es el año en el que volví a pintar después de un tiempo de no hacerlo”, explicó. De este modo, desde Rubens optaron por llamar a estas tres muestras con el título “Ménage á trois”, refiriéndose a la relación de las tres galerías.

- Este caos sobre el que ha trabajado, ¿cree que en este 2020 se ha potenciado?

- Es un término que creo que es global; el caos es mi tema de siempre porque creo que siempre existe y siempre lo hará. Está unido a la propia vida, es el caos que constituimos todos. Algunas etapas parecen más caóticas y otras más ordenadas, otras tranquilas, pero para mí orden y desorden son criterios estáticos, mientras el caos es el tiempo mismo, porque aun en las etapas más tranquilas se está gestando la podredumbre que se viene después. Son una cantidad de elementos que cada vez se entrecruzan más.

- En esta época trabajó mucho, ¿considera que fue una época que influyó en los artistas y, a la vez, llamó a la gente a buscar más contención en el arte?

- Me refiero a lo que me pasó a mí, creo que este tiempo fue para aprovecharlo. Sin embargo, a muchas personas las desconcentró, distinto que lo que me pasó a mí. Yo incluso tuve Covid-19, y a pesar de mi edad fue muy suave, no me afectó el aparato respiratorio. Claro que ahora se viene cada vez más complicada la enfermedad y hasta me ha tocado de cerca la muerte de un gran amigo mío: Pino Solanas.

Noé comenta que Solanas estuvo trabajando en un largometraje con una aproximación a la mecánica creativa de tres artistas: el mismo Solanas, Tato Pavlovsky y Noé. Ya se había filmado y estaba pronta a ser estrenada.

- Tras tantos años en el arte, ¿va cambiando aquello que lo inspira antes de pararse frente al lienzo blanco?

- Me inspira la vida misma, que parece reiterarse, pero siempre son situaciones distintas. Cada vez juego más con lo abstracto y lo figurativo, pero lo abstracto es como la conversación. Cuando uno habla lo hace con términos concretos y otros abstractos, y es algo que está unido a lo figurativo en la pintura, separarlos es absurdo. Ahora comienzo las obras jugando con lo abstracto y, a la mitad de la obra me pregunto qué estoy haciendo, por lo que me sale una flecha que me conduce hasta el final. Me lleva a un título vago, como el de una poesía, y me sirve para terminar.

- Esas cosas que lo orientaban a encontrar la flecha, ¿han cambiado con los años?

- Eso no ha cambiado, lo que cambió fue la manera de plantear la obra y terminarla. Metodologías distintas. Antes partía más de la mancha y ahora lo hago más con el juego de la línea, de la sensación del color, el juego del dibujo y sus vibraciones con el color, mientras que antes era más con la mancha.

- ¿Qué es para usted el color?

- En los ’60 comenzaba a trabajar con manchas oscuras y salía desde el fondo el color, pero ahora el color es un planteo fundamental. Es un adjetivo calificativo, el sustantivo se va creando con la forma y el dibujo, mientras que la fuerza que realmente adjetiva es el color. Por eso, a veces la gente confunde cuando ve un tema jodido que estoy planteando pero lo hago con mucho color, y me dice “qué raro, con ese tema y un trato tan alegre”. Yo no asocio al color con alegría, sino que con carga emotiva, que es otra cosa.

- ¿Sigue a algún artista plástico de Argentina?

- Hay muchos que respeto; mis amigos más próximos son Eduardo Stupía y Jorge Pietra, y otros que son de una línea muy diferente a la mía, como Horacio Zabala. Nos respetamos mucho y hemos dialogado para hacer un libro juntos, pero cada uno tiene su propia vía. Creo que es importante cultivar la amistad, a mi edad tengo a mucha gente que son exalumnos míos y que ha quedado muy buena relación, al igual que con artistas mujeres.

- ¿Qué consejos puede darles a los artistas sobre los ejes que deben guiar sus trabajos?

- Lo único que creo permanente es que haga cada uno lo que quiere, con audacia y sin miedo. Creo que los viejos no debemos opinar sobre los artistas jóvenes, porque siempre nos equivocamos, porque tienen otro punto de partida y eso los enfoca en el error. En cuanto a la experiencia de vida, que busquen la aventura, el juego. Hay una palabra que cada vez uso más porque me gusta mucho y es “suscitar”, pensar en las situaciones como algo que me suscita a ver qué es lo que viene después, como un juego. Incluso como método de enseñanza es lo mejor, más que enseñar normas que no sirven para nada, enseñar a suscitar el juego de la sorpresa de la creación. Así como se hace con los chicos que trabajan muy bien con ellos, y en los adultos usar la misma metodología.

- ¿Cómo es su ambiente de trabajo a la hora de pintar?

- Muchas veces pongo música, pero me concentro tanto que no oigo nada, cuando me hablan o nada. Entro en otro planeta cuando trabajo.

Luis Felipe es padre del reconocido cineasta Gaspar Noé, que se encuentra viviendo en Francia. “Siempre me comunico con él y con Paula, mi hija, y tengo una gran relación de amistad”, dijo el artista plástico, y recordó: “Una de las cosas que más me gustó fue cuando Gaspar, al final de una película la dedicó: ‘A mi mejor amigo, Luis Felipe’, no puso su padre o mi apodo ‘Yuyo’, y fue algo que me encantó, me siento muy amigo de él”.