Víctor Agüero y Enrique Tedesco, los dos acusados del crimen del padre Jorge “Coqui” Vaudagna, salieron ayer de Tribunales con una pesada condena sobre sus espaldas. Les dieron 21 y 22 años de prisión, respectivamente, después de que el jurado popular los declarara coautores del delito de homicidio en ocasión de robo, agravado por el uso de arma de fuego. Por su parte, después de la lectura del veredicto, la familia del sacerdote asesinado el 27 de octubre de 2020 en Vicuña Mackenna sostuvo que el fallo les trae un poco de “calma” en medio de tanto dolor.
Crimen del padre Coqui: condenaron a 21 y 22 años de prisión a los acusados
Víctor Agüero y Enrique Tedesco fueron declarados coautores de homicidio en ocasión de robo, agravado por el uso de arma de fuego. La familia del sacerdote Vaudagna dijo que el fallo les trae "calma" en medio del dolor
A casi un mes de su comienzo, el juicio por el crimen terminó ayer en las primeras horas de la tarde, con la condena de los dos acusados, prácticamente en los mismos términos que había pedido el fiscal de cámara Julio Rivero. Minutos después de las 14, la secretaria de la Cámara Primera del Crimen lo confirmaba al leer el veredicto.
“El tribunal integrado con jurados populares resuelve: 1) Por unanimidad, declarar a Enrique Antonio Tedesco, y por mayoría a Víctor Andrés Agüero, coautores penalmente responsables del delito de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego, que la acusación les atribuía, e imponerles para su tratamiento penitenciario la pena de 21 y 22 años de prisión”.
En la misma resolución se dejó asentado que la lectura integral de la sentencia, con los fundamentos jurídicos, será el próximo 8 de noviembre a las 12 horas.
Uno de los interrogantes que seguramente se despejará entonces será por qué, aunque el fiscal había pedido una pena de 22 años de cárcel para los dos acusados por el homicidio de Vaudagna, los jueces técnicos les impusieron condenas diferentes a uno y otro.
A partir de ese momento también se empezará a develar la incógnita de si la defensa de Agüero y Tedesco, encabezada por el abogado Cristian Falco, apelará la sentencia, algo que el letrado pareció insinuar ayer ante sus clientes apenas terminó la lectura del veredicto.
“Trae algo de calma”
Por su parte, Fabián Vaudagna, hermano del sacerdote asesinado tres años atrás en Vicuña Mackenna, se mostró conforme con la resolución del tribunal.
“Por suerte, salió favorable, como lo pensábamos. Creo que esta vez la Justicia tomó el camino correcto. Es muy difícil a veces que que se dé el tope de la pena, pero esta condena está muy cerca de lo que el fiscal pidió, así que estamos conformes”, apuntó, minutos después de escuchar el veredicto en el auditorio de Tribunales.
En el mismo sentido, aseguró que su familia estaba íntimamente convencida de que Agüero y Tedesco eran los autores del homicidio de su hermano. “A través de todos los testimonios del juicio, no nos cabe ninguna duda”, manifestó.
Vaudagna descartó que la condena a los reponsables del crimen les permita empezar a cerrar una etapa de su vida familiar, pero aseguró que de alguna manera “puede traer un poco de calma, aunque esto no va a cerrar nunca”.
El fiscal, conforme
Por su parte, el fiscal de cámara Julio Rivero, que había pedido una pena de 22 años de prisión para los dos acusados, se mostró conforme con la condena que recibieron los dos acusados.
“Prácticamente, fue lo que habíamos planteado en el alegato inicial y en el final. Yo dije que era un rompecabezas que había que había que ir armando y que las piezas eran las pruebas”, aseguró.
Rivero aclaró que el tribunal le dio a Tedesco una pena de 22 años de prisión por unanimidad, con los votos de los ocho jurados populares y los dos jueces técnicos. En cambio, Agüero que fue condenado a 21 años por mayoría de los votos.
El funcionario judicial explicó que los jurados populares deciden sobre “la calificación legal y sobre las condenas y también intervienen para determinar la existencia del hecho y la responsabilidad de los imputados”, pero la tarea de establecer las penas es exclusiva de los jueces técnicos.
También se mostró satisfecho el abogado de la familia del sacerdote, el querellante Lautaro Andruet, a pesar de que había solicitado una pena de 25 años de cárcel para los dos acusados por el crimen del padre Jorge “Coqui” Vaudagna.
“Las condenas fueron bastante altas, acordes a lo que nosotros habíamos solicitado. Considero que esto no es para ponerse contento pero tampoco triste. Creo que lo que nosotros vinimos a buscar era que se descubra la verdad de lo que había sucedido. Me parece que lo encontramos y por suerte se pudo convencer al tribunal. Ahora esperaremos a los fundamentos”, manifestó el letrado.
Contrapunto
En el comienzo de la última audiencia del juicio, el fiscal Rivero había destacado en su alegato final la labor investigativa de la Policía en el caso. Subrayó que, a partir del hallazgo del arma homicida en el lugar del hecho, siguieron la pista desde el propietario hasta quienes la usaron para matar aquel 27 de octubre de 2020.
También ponderó la prueba de ADN de Tedesco, encontrada en un barbijo y a metros del cuerpo sin vida del párroco, además del testimonio de Odiaga, que permitió ubicar a Agüero en el lugar y momento del hecho.
Por su parte, el abogado defensor, Cristian Falco, relativizó la prueba de ADN. Dijo que había 2 perfiles genéticos y uno es desconocido, lo que plantea un margen de error de 50 por ciento.
Además, insistió en que Agüero había perdido su teléfono hacía varios meses y que el testimonio de Odiaga no es creíble porque se contradijo flagrantemente.
“Esto genera un clima de paz”
Adolfo Uriona, el obispo de la Diócesis de Río Cuarto, que presenció la última audiencia del juicio por el crimen del padre Jorge “Coqui” Vaudagna, aseguró que el veredicto de ayer “generará un clima de paz en el corazón” de quienes están involucrados, “especialmente los más cercanos”.
“Creo que esto va a generar un clima o una actitud de paz en el corazón a los que estamos involucrados, especialmente los más cercanos, como lo es la familia. Pienso fundamentalmente en el padre, que era su amigo, y que está ahora en esa comunidad. Pero también en la comunidad y después me parece que, como les decía antes, que hay que emprender un camino que es el más difícil, más largo, que es el camino del perdón, la aceptación y el perdón”, aseguró.
Consultado sobre si considera que se hizo justicia, Uriona dijo que en algunos casos “se dice que algunas personas a veces se quejan”. “Yo, en este caso, mi experiencia fue muy positiva”, precisó.
“Realmente se trabajó muy bien; el fiscal, brillante y creo que por eso se puede esclarecer todo”, finalizó.