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"Es muy difícil volver a Villa María, porque tengo un contrato con Liniers"

Carlos Herrera confesó: "Adrián López me llamó, pero le expliqué que en este club me abrieron las puertas, y estamos peleando por no descender. Estoy ligado contractualmente hasta 2023, y nos jugamos la vida en 4 partidos"

No existe otro jugador más emblemático que Carlos “Falucho” Herrera cuando se piensa en Alumni en un torneo nacional.

Lo une una relación eterna, porque fue el goleador del “fortinero” en los equipos del club que integró en todos los campeonatos que disputó con la “albirroja”.

Un delantero del fútbol de ascenso con 300 goles es muy difícil de encontrar en el país, con más de un centenar de gritos sagrados en Alumni es imposible en la actualidad, máxime con idolatría adquirida en el tiempo, por sus respuestas en cada ocasión que se calzó la casaca “fortinera”.

Pero Carlos Herrera tiene contrato hasta diciembre con Liniers de Bahía Blanca. “Me hizo feliz saber que Alumni volverá a jugar un Federal. Me alegró que Adrián López me llamara, pero me habían vuelto loco preguntándome si volvía. Y a todos les expliqué que es muy difícil que vuelva a jugar a Villa María”.

Razones de peso

“Falucho” insiste que “el primer motivo es que Liniers es un club con buena gente, que me abrió las puertas y me firmó contrato hasta diciembre de 2022. Me respetaron, y mi cabeza está puesta sólo en mantener la categoría”.

Amplió al señalar que “estamos en zona de descenso directo, y en esta instancia, cuando restan 4 finales por disputar, no podés estar pensando en otra cosa que no sea el próximo partido. Es al 100% el compromiso, porque nadie quiere descender, ni descuidar un torneo porque te surge otra oferta”.

Explicó que “siempre sueño con jugar en Alumni. Pero no puedo permitirme pensarlo cuando mi equipo está en zona de descenso directo del Federal A. Quiero salvar la categoría. Esa es mi prioridad por 4 semanas más”.

“No crear falsas expectativas”

No suelta sus sentimientos porque “no se trata de querer o no. Por Alumni dejé muchas propuestas de lado, y ustedes lo saben. A esta altura de mi vida, lo prioritario es no crear falsas expectativas al hincha y a la gente que me quiere bien en Villa María”.

Se hace entender: “A Adrián López le expliqué que es muy difícil a los 37 años dejar todo de lado y volver a Alumni a jugar un torneo Regional Federal Amateur. Me gustaría, pero tengo una familia, y tengo un contrato. Tengo palabra”.

Remarcó que “cuando le dije que sí a Alumni, siempre volví. Hoy tengo un contrato vigente, un club que necesita salvar la categoría, y una familia que me acompaña en mi locura por esta profesión. Tengo que responder acá, y no crear falsas expectativas allá”.

Recordó que “cuando Liniers me ofreció este contrato, yo tenía una mejor oferta de Salta. Elegí Liniers para estar cerca de mis hijas”.

Llamando al goleador del pueblo

Le cuesta no poder volver, porque insiste en que “Alumni tiene que estar en Primera Nacional. Villa María tiene que recuperar la plaza en el Federal A, y pelear para estar en la segunda división como Estudiantes de Río Cuarto”.

Le tiembla la voz cuando cuenta que “no sabés la cantidad de mensajes que recibí. ¿Volvés? me decían mis compañeros de Alumni. Me sorprendió porque no sabía nada. Acá falleció el presidente de la comisión de fútbol de Liniers, y yo tenía el teléfono apagado. Cuando lo prendí tenía llamadas perdidas de Adrián (López)”.

Agrega que “me sorprendió. No pasa nada, pero me enteré por mis amigos de Villa María que Alumni me quería. Cuando Adrián López me llamó, entendí que había sido todo muy rápido, la invitación, y la decisión de participar de Alumni”.

Indicó que “le conté que faltaban 5 fechas (el sábado Liniers perdió 2-1 en su visita a Bolívar), que tengo contrato, y mi cabeza está puesta en escapar del descenso con Liniers”.

Añade que “el contrato me une hasta diciembre de 2022. Después no sé que irá a pasar, pero mi señora está con mis dos nenas en Tres Arroyos, y si llegó a largar todo me mata”.

“Me quedan 4 finales”

Señala que “no es una cuestión de deseo. Me quedan 4 finales para dejar a Liniers en la categoría. Esta situación genera un estrés y un nerviosismo diferente. Durante todo el año, veo poco tiempo a mis nenas (Camila y Victoria), porque si bien estoy cerca, viajo, concentro, juego, y cuando vuelvo a Tres Arroyos tengo que descansar”.

Cuenta que “mis hijas tienen 2 y 8 años. Mi señora me pide que haga un poco de vida de padre cada vez que regreso. Mis hijas son como marcar a Messi y Agüero, me pasan por arriba cada vez que estoy con ellas”.

Reseña que “después de 5 años me fui de Villa Mitre, y Liniers me abrió las puertas. Cambié de club, y estoy agradecido. Tengo que dar el 100% para no cerrar esta puerta. Me quedan 4 finales”.

En Bahía Blanca cumplen y exigen

Tiene menos minutos en cancha, pero idéntica obligación. El olfato le responde sin que le tiemblen las piernas. “En Bahía Blanca se vive algo parecido a cuando Alumni jugó con los 5 cordobeses. Eran Talleres, Racing, Sportivo y Estudiantes. Acá son Olimpo, Villa Mitre, Sansinena y Liniers. Salís de un clásico y te metés en otro”.

Destaca que “el Federal A es un torneo muy duro. No hay respiro. Hay que sumar porque de lo contrario te vas al descenso. No hay cuenta posible. Hay que sumar y no perder. Liniers se armó para mantener la categoría”.

Destaca que “le expliqué que es muy difícil volver a jugar a Villa María como me piden mis amigos. Adrián López me entendió, porque sabe que si un club te firma contrato, y te cumple, también te exige. Yo sé que una vez que pasen estas 4 finales, Liniers va a querer que siga jugando en la Liga local”.

Insiste en que “tampoco Liniers está bien en la Liga. En octubre nos jugamos la continuidad en el Federal A, pero quedan 2 meses de contrato, y la posibilidad de jugar en la Liga es grande. Para renovar el contrato hay que responder en la cancha y también afuera. Falta mucho para renovar, pero faltan pocos partidos, y hay que ganar”.

El ídolo no olvida

Su idolatría en Alumni no está en tela de juicio. “Si me tienen en cuenta a los 37 años es porque en Alumni hice bien las cosas. Me hace feliz eso. En Bahía me gané un nombre, y en la categoría me respetan la trayectoria. Me llaman de Salta, de San Juan, de Santa Fe. Elegí Liniers porque tiene historia, una buena infraestructura, y para poder estar cerca de mi familia”.

Con respecto al final de su carrera dijo: “Nunca se sabe. Poner cosas en la balanza es difícil. No se paga bien en el ascenso, y estar lejos de la familia no se justifica. Ya no quiero perderme tantos momentos con mis hijas por nada”.

Aclaró que “Alumni es un grande. Merece volver al Federal A. Sigo al fútbol de Villa María, me alegra que Mauro Fuente y Cristian Fernández sigan haciendo goles como cuando éramos chicos, que Nahuel Caler salió campeón con Acción Juvenil, y que Alumni vuelva”.