Los trabajadores de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María parecen no tener paz. Luego de las idas y venidas y los reclamos por los compañeros despedidos, ahora denuncian que desde sede central se les exige que viajen a desmontar la fábrica instalada en la localidad de Azul, cuyo cierre definitivo se anunció tiempo atrás.
Según explican los representantes de ATE, quienes desarrollan labores en esa fábrica les habrían advertido que “no los van a dejar que desarmen nada” y que van a impedirlo “a cualquier precio y sin medir consecuencias”. Además, denuncian que quien no quiera viajar a Azul “será despedido”.
“Estamos teniendo un problema con la sede central. El interventor Luis Riva bajó órdenes a la dirección de Villa María de que se envíe a algunos compañeros a la fábrica de Azul a seguir desarmando y desguazando la fábrica”, expresó el dirigente Gustavo Vilchez.
“La decisión está tomada y cerrada. A raíz de todo eso, hubo amenazas de sede central a los compañeros de que si no van a cumplir con esta tarea pueden llegar a quedar despedidos, porque han pedido que les pasen los nombres de los que se nieguen a ir”, agregó sobre la situación.
Vilchez manifestó que los trabajadores se encuentran “entre la espada y la pared”. Al respecto comentó: “Por un lado el apriete de la patronal y el interventor para que vayan sino van a ser despedidos y por otro el conflicto en Azul que cuando se enteraron los compañeros de que podían desarmar la fábrica dijeron que allá los van a estar esperando para que se pudra todo, en algo que puede llegar a terminar muy mal”.
Según comentó, existen amenazas por parte de trabajadores de Azul de que van a hacer “lo imposible para que no toquen nada y sin medir las consecuencias”.
“Enfrentan a los pobres contra pobres”
“Es justo que ellos están reclamando su derecho de no permitir que vayan a tocarle nada porque nosotros seguimos insistiendo con que esa fábrica debería estar abierta pero por otro lado tenemos también la preocupación y el miedo de los compañeros de Villa María que están al borde de ser despedidos si no llegan a ir a cumplir la actividad que les pide la patronal”, relató Vilchez preocupado por el contexto en que se encuentran.
“Quedaron en el medio de un conflicto de los compañeros de Azul que están defendiendo su fábrica y los patrones de acá que dicen si no van los despiden”, afirmó el dirigente de ATE quien además lamentó que haya llegado un momento en que enfrenten “a los pobres contra los pobres”.
Concretamente, sobre las amenazas recibidas por parte de colegas de Azul, el integrante de ATE expresó: “Nosotros veníamos protegiendo a nuestros compañeros, ayudándolos pero ya esto es algo insostenible, que los compañeros de Azul nos amenacen, que digan que auto que vaya lo van a destrozar, que a los compañeros que vayan los van a hacer pelota”.
Solicitaron ayuda a Gill y Capitani
Vilchez también dijo que ayer por la mañana, al enterarse de la problemática se comunicaron con el intendente Martín Gill y con el legislador Darío Capitani para ver la posibilidad de que presten una ayuda.
“La respuesta de ellos es que van a ver de qué forma pueden llegar a hablarle al ministro de Defensa Oscar Aguad. Esto fue esta mañana (ayer), y aún no hemos sabido si se pudieron comunicar”, manifestó y al mismo tiempo sostuvo que les “urge” solucionarlo “porque el día domingo ya estarían enviando a los compañeros hacia Azul”.
“Nosotros queremos que no se exponga a nuestros compañeros a esas actividades. Si ellos deciden hacerlo y tienen decidido desarmar esa fábrica que lo hagan por medio de Gendarmería o el Ejército Argentino, que para eso tienen y le están pagando un sueldo a esa gente y al estar dentro de esa organización ellos tienen mecánico y gente capacitada”, expresó el dirigente sindical quien calificó de “vergonzoso” que les quiten el sueño a los compañeros de Azul.
Por su parte, el secretario Jorge Heredia dijo que “responsabilizan al interventor por lo que está ocurriendo” y lo calificó de “mentiroso, cínico y malicioso” tanto a él como al responsable de Derechos Humanos, Fernando Esperanza.
“No queremos ir a Azul a quitarle las últimas esperanzas a los compañeros de esa fábrica”, sostuvo Heredia.
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“Estamos teniendo un problema con la sede central. El interventor Luis Riva bajó órdenes a la dirección de Villa María de que se envíe a algunos compañeros a la fábrica de Azul a seguir desarmando y desguazando la fábrica”, expresó el dirigente Gustavo Vilchez.
“La decisión está tomada y cerrada. A raíz de todo eso, hubo amenazas de sede central a los compañeros de que si no van a cumplir con esta tarea pueden llegar a quedar despedidos, porque han pedido que les pasen los nombres de los que se nieguen a ir”, agregó sobre la situación.
Vilchez manifestó que los trabajadores se encuentran “entre la espada y la pared”. Al respecto comentó: “Por un lado el apriete de la patronal y el interventor para que vayan sino van a ser despedidos y por otro el conflicto en Azul que cuando se enteraron los compañeros de que podían desarmar la fábrica dijeron que allá los van a estar esperando para que se pudra todo, en algo que puede llegar a terminar muy mal”.
Según comentó, existen amenazas por parte de trabajadores de Azul de que van a hacer “lo imposible para que no toquen nada y sin medir las consecuencias”.
“Enfrentan a los pobres contra pobres”
“Es justo que ellos están reclamando su derecho de no permitir que vayan a tocarle nada porque nosotros seguimos insistiendo con que esa fábrica debería estar abierta pero por otro lado tenemos también la preocupación y el miedo de los compañeros de Villa María que están al borde de ser despedidos si no llegan a ir a cumplir la actividad que les pide la patronal”, relató Vilchez preocupado por el contexto en que se encuentran.
“Quedaron en el medio de un conflicto de los compañeros de Azul que están defendiendo su fábrica y los patrones de acá que dicen si no van los despiden”, afirmó el dirigente de ATE quien además lamentó que haya llegado un momento en que enfrenten “a los pobres contra los pobres”.
Concretamente, sobre las amenazas recibidas por parte de colegas de Azul, el integrante de ATE expresó: “Nosotros veníamos protegiendo a nuestros compañeros, ayudándolos pero ya esto es algo insostenible, que los compañeros de Azul nos amenacen, que digan que auto que vaya lo van a destrozar, que a los compañeros que vayan los van a hacer pelota”.
Solicitaron ayuda a Gill y Capitani
Vilchez también dijo que ayer por la mañana, al enterarse de la problemática se comunicaron con el intendente Martín Gill y con el legislador Darío Capitani para ver la posibilidad de que presten una ayuda.
“La respuesta de ellos es que van a ver de qué forma pueden llegar a hablarle al ministro de Defensa Oscar Aguad. Esto fue esta mañana (ayer), y aún no hemos sabido si se pudieron comunicar”, manifestó y al mismo tiempo sostuvo que les “urge” solucionarlo “porque el día domingo ya estarían enviando a los compañeros hacia Azul”.
“Nosotros queremos que no se exponga a nuestros compañeros a esas actividades. Si ellos deciden hacerlo y tienen decidido desarmar esa fábrica que lo hagan por medio de Gendarmería o el Ejército Argentino, que para eso tienen y le están pagando un sueldo a esa gente y al estar dentro de esa organización ellos tienen mecánico y gente capacitada”, expresó el dirigente sindical quien calificó de “vergonzoso” que les quiten el sueño a los compañeros de Azul.
Por su parte, el secretario Jorge Heredia dijo que “responsabilizan al interventor por lo que está ocurriendo” y lo calificó de “mentiroso, cínico y malicioso” tanto a él como al responsable de Derechos Humanos, Fernando Esperanza.
“No queremos ir a Azul a quitarle las últimas esperanzas a los compañeros de esa fábrica”, sostuvo Heredia.