Ya más de la mitad de las familias cordobesas no puede acceder a los alimentos básicos, con lo cual ingresan en la categoría de inseguridad alimentaria.
En rigor, “el 54,8% de los hogares no pudo acceder durante diciembre del 2023 a la totalidad de alimentos que conforman la Canasta Básica Alimentaria”, señala un relevamiento provincial.
Y agrega que este guarismo se incrementó en 5,5 puntos porcentuales respecto a noviembre del 2023.
La estadística viene a ratificar la profundidad de la crisis que golpea los bolsillos de las familias cordobesas y que trae consigo inflación y devaluación.
“Se entiende por inseguridad alimentaria y nutricional cuando no se tiene acceso o no se puede comprar suficientes alimentos o suficientes alimentos nutritivos para la salud y el bienestar general”, dicen los especialistas.
El informe social, realizado por el Centro de Almaceneros de Córdoba, sostiene que se trata del “fenómeno de los nuevos pobres que son los trabajadores formales”.
Yagrega:“Nunca antes había ocurrido que quienes no podían acceder a la totalidad de la canasta alimentaria superaran a los que sí pueden acceder”.
“Los nuevos pobres son los trabajadores formales, registrados y en blanco, que están bajo la línea de pobreza”, indica.
Yacota:“Esto hace que dichas familias tengan que ir suprimiendo comidas por día”.
“Esto es consecuencia de la escalada inflacionaria y de la devaluación que trae más pobreza, frente a la realidad de los bajos salarios”, finaliza.
Si no se tiene seguridad alimentaria, habrá caldo de cultivo para ciertas enfermedades como anemia, caries dentales, diabetes, hipertiroidismo, hipotiroidismo, obesidad, osteoporosis y raquitismo.
El dato estadístico de que cada vez más familias saltean comidas al día habla de la gravedad de la crisis desde el punto de vista social, dado que son personas que no tienen la ingesta ideal en cuanto a cantidad y calidad.