El presidente de Estados Unidos Donald Trump encendió ayer su guerra comercial con China al imponerle nuevas tarifas y Pekín reaccionó inmediatamente anunciando represalias.
La decisión de Washington dejó a las dos mayores economías mundiales al borde una confrontación generalizada que produce miedo en la industria y en los mercados.
La ofensiva contra China es apenas uno de los tantos frentes de batalla que Trump tiene abiertos con grandes socios comerciales.
La medida adoptada en el día de ayer se suma a las dificultades de Estados Unidos para renegociar el tratado norteamericano de libre comercio TLCAN con Canadá y México y las represalias desatadas por los países afectados por los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio, advierten los analistas.
Trump anunció la imposición de aranceles de 25% sobre 50.000 millones de dólares de importaciones de productos chinos que "contengan tecnologías muy importantes en el plano industrial".
Además, el presidente de los Estados Unidos dijo que sería aún más severo si Pekín toma represalias.
Contraofensiva
Pero China desdeñó esa advertencia y anunció que aplicará medidas "equivalentes" contra productos estadounidenses.
Las medidas comerciales y la amenaza de retaliaciones derribaron los mercados. Wall Street cayó, el petróleo tuvo una fuerte pérdida, el dolar se debilitó y la soja tuvo una expresiva caída. Pekín es el principal comprador de la oleaginosa estadounidense.
En Wall Street grandes multinacionales estadounidenses perdieron, como por ejemplo Boeing (-1,25%) o Caterpillar (-2,04%).
"El comercio entre nuestras naciones es muy desigual, desde hace mucho tiempo", se justificó Trump en un comunicado.
"Estos aranceles son esenciales para prevenir otras injustas transferencias de tecnología estadounidense y propiedad intelectual hacia China, protegiendo empleos en Estados Unidos".
La fecha límite para publicar esta lista encuentra a Trump en una disyuntiva diplomática: por un lado necesita a Pekín para que avancen sus esfuerzos en la desnuclearización de Corea del Norte, pero al mismo tiempo está enfrentado a sus aliados en una casi declarada guerra comercial.
Intercambios hostiles
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, había intercambiado más temprano duras palabras con el canciller chino Wang Yi en Pekín, donde Wang exhortó a Washington a evitar una estrategia "perdedora" en el comercio entre ambos países.
"Si Estados Unidos adopta medidas proteccionistas unilaterales que afecten a los intereses chinos, entonces reaccionaremos de inmediato y tomaremos las medidas necesarias para proteger nuestros derechos e intereses legítimos", reafirmó Geng Shuang, portavoz de la diplomacia china, en rueda de prensa el viernes.
Negociaciones
Pero según Dennis Wilder, un experto en el sudeste asiático de la Universidad de Georgetown, "asistimos a un proceso de negociaciones en el cual el equipo de Trump ha descubierto que seguir presionando a China le trae cada vez mejores resultados".
Sobre esos 50.000 millones de dólares en productos, 34.000 millones serán gravados a partir del 6 de julio, precisó el Representante de comercio estadounidense (USTR) en un comunicado separado.
"El segundo lote" por 16.000 millones de dólares en importaciones provenientes de China "será sometido a un examen adicional" que incluirá un período de consultas y audiencias públicas, precisó el USTR.
La lista de productos "cubre 1.102 líneas de aranceles por un valor de 50.000 millones de dólares de valor comercial 2018", agrega.
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La ofensiva contra China es apenas uno de los tantos frentes de batalla que Trump tiene abiertos con grandes socios comerciales.
La medida adoptada en el día de ayer se suma a las dificultades de Estados Unidos para renegociar el tratado norteamericano de libre comercio TLCAN con Canadá y México y las represalias desatadas por los países afectados por los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio, advierten los analistas.
Trump anunció la imposición de aranceles de 25% sobre 50.000 millones de dólares de importaciones de productos chinos que "contengan tecnologías muy importantes en el plano industrial".
Además, el presidente de los Estados Unidos dijo que sería aún más severo si Pekín toma represalias.
Contraofensiva
Pero China desdeñó esa advertencia y anunció que aplicará medidas "equivalentes" contra productos estadounidenses.
Las medidas comerciales y la amenaza de retaliaciones derribaron los mercados. Wall Street cayó, el petróleo tuvo una fuerte pérdida, el dolar se debilitó y la soja tuvo una expresiva caída. Pekín es el principal comprador de la oleaginosa estadounidense.
En Wall Street grandes multinacionales estadounidenses perdieron, como por ejemplo Boeing (-1,25%) o Caterpillar (-2,04%).
"El comercio entre nuestras naciones es muy desigual, desde hace mucho tiempo", se justificó Trump en un comunicado.
"Estos aranceles son esenciales para prevenir otras injustas transferencias de tecnología estadounidense y propiedad intelectual hacia China, protegiendo empleos en Estados Unidos".
La fecha límite para publicar esta lista encuentra a Trump en una disyuntiva diplomática: por un lado necesita a Pekín para que avancen sus esfuerzos en la desnuclearización de Corea del Norte, pero al mismo tiempo está enfrentado a sus aliados en una casi declarada guerra comercial.
Intercambios hostiles
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, había intercambiado más temprano duras palabras con el canciller chino Wang Yi en Pekín, donde Wang exhortó a Washington a evitar una estrategia "perdedora" en el comercio entre ambos países.
"Si Estados Unidos adopta medidas proteccionistas unilaterales que afecten a los intereses chinos, entonces reaccionaremos de inmediato y tomaremos las medidas necesarias para proteger nuestros derechos e intereses legítimos", reafirmó Geng Shuang, portavoz de la diplomacia china, en rueda de prensa el viernes.
Negociaciones
Pero según Dennis Wilder, un experto en el sudeste asiático de la Universidad de Georgetown, "asistimos a un proceso de negociaciones en el cual el equipo de Trump ha descubierto que seguir presionando a China le trae cada vez mejores resultados".
Sobre esos 50.000 millones de dólares en productos, 34.000 millones serán gravados a partir del 6 de julio, precisó el Representante de comercio estadounidense (USTR) en un comunicado separado.
"El segundo lote" por 16.000 millones de dólares en importaciones provenientes de China "será sometido a un examen adicional" que incluirá un período de consultas y audiencias públicas, precisó el USTR.
La lista de productos "cubre 1.102 líneas de aranceles por un valor de 50.000 millones de dólares de valor comercial 2018", agrega.