"Mitos y Héroes de la literatura argentina", en la UNVM

El doctor Alfredo Fraschini dicta un posgrado sobre “Mitos y Héroes en la literatura argentina”. Habló de la importancia de volver al canon de Occidente para recuperar los valores y el ADN de la cultura

Del centro y de los arrabales de Occidente; de ahí precisamente son los mitos que el doctor Alfredo Fraschini conoce con la precisión de un filólogo y la pasión de un tanguero; títulos que por otra parte ostenta con orgullo. O sea que para él, hablar de la figura del héroe abarca un espectro de varios milenios. Desde el “ingenioso Odiseo” a Santos Vega de Obligado, de “Aquiles, el de los pies ligeros” a Funes el memorioso, de Borges. Pero también de la lira griega al bandoneón arrabalero.

Y es una fabulosa noticia académica que, desde Villa María, un doctor en Filología y Letras Clásicas dedique buena parte de su tiempo y experiencia a trazar paralelismos entre la Grecia Homérica y la Argentina Martinfierrista. Y sobre todo, aporte fascinantes claves de lectura en el ámbito universitario. Un modos de leernos en tanto argentinos a la luz (pero también a la sombra) de esas dos biblias inmensas de Occidente que son la Ilíada y la Odisea. 

Épica de gauchos y malevos

-¿Cómo nace, doctor, la idea de este curso?

-Surgió hace poco leyendo un reportaje al famoso antropólogo Joseph Campbell. Decía que “antes, las literaturas griega, latina y bíblica formaban parte de la educación de todo el mundo. Ahora que se han abandonado, toda una tradición de información mitológica occidental se ha perdido”. Mi intención con este seminario es aportar algo, por humilde que sea, para recuperar esas historias; los valores y el ADN de la cultura de Occidente.

-¿Por qué se abandonó la literatura clásica como tema de estudio?

-Sin dudas por una cuestión política e ideológica. El endeble argumento de que los estudios clásicos responden a una ideología conservadora o de derecha y que su eliminación en los planes responde a una ideología progresista o de izquierda, hace agua cuando se examina la obra de grandes pensadores de izquierda. Un buen ejemplo es la tesis doctoral de Marx sobre Epicuro y la filosofía materialista.

-Más allá de las decisiones políticas, hay un desinterés en la propia universidad...

-Creo que en ese punto, los profesores de griego y latín tenemos una parte no pequeña de responsabilidad. Se necesita una actualización metodológica que no todos quieren aceptar. De todos modos, prescindir de los estudios clásicos en literatura y filosofía lleva a una triste deshumanización del conocimiento.

-¿Cuál es la importancia del héroe clásico en la literatura argentina? 

-Es inmensa. Pero estaría bueno que hagamos un poco de historia.

-Hagámosla, entonces...

-En lo que hoy es territorio argentino, la primera mención de un héroe mítico helénico fue producida acá en Córdoba hacia 1760, y es la de Prometeo. El autor lo compara con Jesucristo. Seguramente se trataba de la idealización de un sacerdote jesuita. Pero la gran eclosión es en el siglo diecinueve, porque los personajes míticos y heroicos que aparecen en “La lira argentina” de 1824, están tomados en su gran mayoría de la Eneida. Los dos grandes movimientos literarios del siglo XIX, el Romanticismo y el Modernismo, incorporaron a su temática el panteón griego y los héroes homéricos. Como ejemplos valgan la obra poética de Leopoldo Díaz, tan injustamente olvidada, y los héroes y antihéroes de la novela y el teatro, como “Dido y Eneas” de Juan Cruz Varela en 1826.

Un libro ineludible

-¿De qué modo ingresa el concepto de héroe griego en el canon nacional? 

-Dice Rodolfo Kusch que hay dos obras que, de algún modo, definen la identidad literaria argentina; el “Martín Fierro” de José Hernández y el “Facundo” de Sarmiento. Para Kusch, el “Facundo” es un producto típicamente occidental que plantea opciones para pasar del caos al orden. En cambio el “Martín Fierro” es una estrategia para vivir en el caos y registra el fracaso del país como unidad orgánica, y la aparente frustración de su fondo original. 

-Sin embargo y pese a sus contradicciones, el “Martín Fierro” es nuestro poema nacional...

-Sí, pero es curioso porque según Kusch, el poema fue escrito por una mano culta con la simple intención de hacer una crítica política. Sin embargo, fue elegido por el pueblo para asumirse como tal. Y todo a partir de un texto convertido en mito...

-Lugones se interesó mucho en el poema de Hernández...

-La categorización de Martín Fierro como héroe mítico de estirpe hercúlea es la que le da pie a Lugones en “El payador”, de 1916, para vinculadar Hernández con los clásicos. En cambio Kusch encuentra diferencias entre Fierro y los héroes tradicionales, al ver en el poema un mito de la caída con vistas a una condena, un mito de la desconstitución total, de la imposibilidad de redención. Una suerte de héroe inverso con un descenso antiheroico.

-¿Ese “antihéroe” marcó nuestra literatura y concepción de nación?

-Hay mucho de eso. Fijáte que el héroe inverso vuelve a aparecer en el ámbito urbano del siglo veinte, en el Fernando Vidal Olmos de “Sobre héroes y tumbas” de Sábato. A la inversa de Eneas y Homero, este héroe no regresa de su descenso a los infiernos.

-¿Qué lectura hacen los clásicos argentinos de los mitos? 

-Si entendemos por “clásicos argentinos” a Borges, Marechal, Lugones, Mujica Láinez o Cortázar, los mitos grecolatinos tienen una lectura muy profunda y una recreación personal que apunta a entender al hombre actual a través del análisis del mito remoto. Claros ejemplos son las reescrituras del Minotauro de Borges, las edades del hombre en “El banquete de Severo Arcángelo” de Marechal y el tema de “Los reyes” de Cortázar.

 -Últimamente se habla de “mitos nacionales” en Historia y Literatura ¿Los hubo de acuerdo al concepto homérico? 

-Creo que hay un uso indiscriminado de la palabra “mito” en el país, ya que a veces se la emplea para señalar a un personaje histórico notable por muchos motivos, como pueden ser Evita, Gardel o el “Che” Guevara. Otras veces se la asocia con la idea de leyenda, como el caso de la Difunta Correa. Y aquí vemos la mayor indecisión semántica: cuando se confunden los términos “mito” y “héroe”. 

-¿Cuál es esa confusión?

-Si bien es verdad que hay héroes históricos convertidos en mitos a través de la literatura como el Cid, también hay héroes estrictamente literarios como Don Quijote, que son héroes moldeados, a partir de la observación atenta de seres reales. El proceso de transformación de lo real en literario convierte al héroe en mito y eso es lo que ha pasado acá. Juan Moreira, Hormiga Negra y Santos Vega acaso sean junto al Martín Fierro, los ejemplos más notables.

Iván Wielikosielek

 

Comentá esta nota

Noticias Relacionadas