No amedrentarse ante las crisis, tener una buena idea e innovar. Esa fue la principal fuerza que motivó al grupo de docentes de la escuela República del Paraguay que, ante la coyuntura nacional, decidieron encarar un proyecto educativo diferente, para cerrar el año.
Si bien faltan algunos días más para que finalice el ciclo lectivo, las fiestas y eventos comienzan a concretarse para que las familias puedan estar presentes.
“Nosotros somos la murga de los Pequeños Tucumpá”, dijo la directora de la institución, Alejandra Caula.
“La idea surgió de todas las seños, porque nos planteamos este año hacer algo y entendemos que la situación económica no está muy bien. Hacer una gala como todos los años (las galas de la Escuela República del Paraguay se realizan todos los años) y con mucho despliegue, requiere de mucho dinero, de inversión y hoy los papás no están en esas condiciones de gasto. Por eso preferíamos que los chicos participen todos a que alguno quede sin participar por la situación social de hoy”, comentó la docente, observando que el bolsillo de las familias está ajustado y se busca reducir la mayor cantidad de costos.
Es así que surgió la idea de una murga que recorra la ciudad. “Es una propuesta hermosa porque han participado todos. Hicimos los elementos de percusión con material reciclado, es todo hecho artesanalmente. Han participado desde los más chicos, las seños, las mamás y las familias”, reflexionó la educadora, destacando que todo fue baile, color y con poco gasto, pero sin perder todo el entusiasmo de los más chicos.
Padres, abuelas y tíos se dedicaron a colaborar con el armado de los instrumentos musicales que utilizaron los estudiantes en la murga. “Ha sido muy importante la participación de las mamás, hay títeres gigantes, marionetas gigantes que han sido fabricadas por las seños del taller de arte de jornada extendida y las mamás”, señaló Caula y añadió: “Es un espectáculo como cierre de año de la escuela, pero reúne una serie de situaciones que hacen al aprendizaje de los chicos”.
Desde el momento de compartir con el otro, de hacer un ensayo, la música, aprender las canciones, las coreografías. Es importante destacar que, siendo una búsqueda económica para las familias, el desarrollo de las habilidades artesanales surgió en mayor medida.
Mayor participación de las familias
Otro de los objetivos logrados es la participación familiar de los estudiantes (que la directora de la institución recalcó en reiteradas oportunidades).
“Este año las mamás han participado en esto de ayudarnos a hacer cosas, pero hay papás que ayudaron a encontrar caña para que la marioneta gigante tenga sus brazos y sus movimientos, actividades que en otra oportunidad no hubiesen podido estar, incluso muchas mamás fueron parte de la murga para acompañar”, aclaró.
La docente a cargo de la escuela señaló que la idea principal era cerrar el año y festejar por un rato. Bailar, escuchar la música de los chicos y que los vecinos salgan a la calle a verlos, culminando en el Parque Pereyra y Domínguez.
Sobre el desarrollo del ciclo lectivo, Alejandra fue clara y afirmó que la realidad que los atraviesa es la situación económica. “La escuela trata de ayudar muchísimo en lo que puede y las familias de colaborar también. Pero ha sido un año difícil”, opinó y agregó: “Sentir que los chicos están bien para nosotras es muy importante, las seños se preocupan por cada situación en particular y eso hace que haya alguien mirando esta infancia, mientras algún adulto los mire, se preocupe y quiera que ellos estén bien”, culminó.