Vecinos y vecinas de la ciudad le dieron el último adiós al Papa, en una emotiva misa que se celebró de madrugada en la parroquia de Lourdes
Villa María se unió este sábado al funeral del Papa Francisco, evento que fue retransmitido desde la parroquia de Lourdes.
El último adiós al religioso argentino, fallecido a 12 años de su asunción como sumo pontífice, reunió en la capilla de barrio Ameghino a decenas de vecinos y vecinas, quienes unidos en la fe, despidieron acongojados a Jorge Mario Bergoglio.
La Misa exequial comenzó en plena madrugada, a las 4 de la mañana, con la vigilia de oración por el eterno descanso del primer Papa latinoamericano de la Iglesia Católica.
Una hora después, y en pantalla gigante, los fieles siguieron en vivo la transmisión del funeral, que se realizó en la Plaza San Pedro del Vaticano ante una multitud.
La actividad en la capilla de Lourdes fue coordinada por el Municipio local y el Obispado de Villa María.
Fue el Vicario General de la Diócesis de Villa María, Alberto Bustamante, el encargado de presidir la ceremonia, que también contó con la participación de los sacerdotes Fernando Malpiedi y Marcos Dequino.
Además de los feligreses, formaron parte de la oración el secretario de Gobierno, Cultura y Relaciones Institucionales, Marcos Bovo; el secretario de Desarrollo Humano y Territorio, Agustín Turletti Mino y el presidente del Ente Deporte y Turismo, Alejandro Mana.
“Una columna de fuego en el desierto”
Durante la misa, el vicario Bustamante puso en valor los gestos y las palabras del Papa, a las que definió como “una columna de fuego que iluminaba el peregrinar del pueblo de Dios en la oscuridad del desierto”.
Asimismo, afirmó que “Francisco nos recordó que la esencia del cristianismo no es la adhesión a un corpus doctrinal o a un conjunto de normas éticas, sino ser discípulos Misioneros de Jesucristo, servidores de la belleza dramática de la persona humana”.
También presente en la ceremonia, el intendente Eduardo Accastello agregó que “el Papa dejó un legado a la humanidad que es trabajar todos los días por la paz en el mundo”.
Y en ese sentido, aseveró que Bergoglio “también dejó responsabilidades para el bien común como reducir la pobreza y acompañar a los que más nos necesitan”.
