Dos basurales a cielo abierto, uno de ellos con más de 10 años de antigüedad, fueron erradicados en James Craik luego de un arduo trabajo que permitió recolectar unas 200 camionadas de residuos. “Ahora hay que empezar a cuidar esos lugares para que la gente no vuelva a tirar basura”, precisó el jefe comunal, Oscar Fassolis.
“Hemos estado sacando basurales que se fueron haciendo por la mala costumbre de la gente, de la Municipalidad, y en realidad de todos. Son basurales que hace 10 años estaban haciéndose prácticamente en el pueblo”, sostuvo el intendente, para aclarar luego que ambos basurales se encontraban en predios privados.
En uno de los basurales vivía una persona que según comentó Fassolis, “tenía por costumbre ir al basural y cargar cosas, y traerlas a su terreno para desarmar y recuperar algunos materiales. El problema es que lo que no servía después quedaba tirado. Incluso hubo denuncias al respecto, por lo que fue notificado el juzgado de Faltas, y el Municipio colaboró con maquinarias y demás”.
En total, se sacaron casi 200 camionadas. En uno de los sectores, que ya quedó limpio y recuperado, se retiraron cerca de 80 camionadas; mientras que en el otro “fueron más de 100, pero todavía quedan por sacar unas 40 más. El problema que tenemos es que el clima no nos ayudó para seguir adelante con los trabajos”, sostuvo.
Tapando pozos
James Craik tenía su basural ubicado a la vera de la ruta Nacional 9, en dirección a Tío Pujio. Fue retirado del lugar y trasladado junto a un camino rural “unos 1.500 metros hacia adentro, para que no quede tan cerca de la ruta. Allí se viene trabajando bien en un sector de los viejos pozos de arena que tenemos, y que fuimos tapando con enterramientos controlados. El trabajo se realiza semanalmente, cuando el clima acompaña”, indicó el mandatario.
El camión recolector recorre la población y junta los residuos. Los mismos son llevados y descargados en el predio. Una vez a la semana, una pala mecánica se encarga de volcarlos al pozo, y a medida que se va llenando se va tapando con tierra (la capa es de alrededor de 50 centímetros de alto).
Sobre el destino de las 200 camionadas recolectadas, las que tenían residuos orgánicos, material eléctrico y demás fueron llevados al basural municipal; mientras que “los escombros, madera, virutas y tierra, lo tiramos en un pozo que está pegado al pueblo, que es de una familia. Le preguntamos y nos autorizaron a arrojarlos ahí ya que no había desperdicios orgánicos”.
Planta regional
Los inconvenientes que la basura genera en James Craik se replican en todas las poblaciones que no tienen la posibilidad de realizar un tratamiento de residuos de manera particular. El costo que insume ese tratamiento es la mayor dificultad, por lo que desde hace un tiempo comenzó a analizarse la posibilidad de un trabajo regional que integre a varias poblaciones.
Y allí surgió la necesidad de hacerlo a través de las Comunidades Regionales, con proyectos ya en marcha como el que existe en la zona de Calamuchita. En el departamento Tercero Arriba, al cual pertenece James Craik, ya se construye una planta de tratamiento, entre Villa Ascasubi y Río Tercero.
“Es una planta que está muy avanzada. La idea es que todas las municipalidades llevemos la basura allí. Será una gran solución, a lo mejor no es la solución definitiva ni inmediata, pero el proyecto prevé que en 5 ó 6 años sean erradicamos los basurales a cielo abierto y se traslade todo allí”, sostuvo.
Entendió que la puesta en marcha va demandar tiempo “porque la basura va a tener que ir relativamente clasificada, allá se hará un clasificado más fino. Desde acá tendrá que ir separado entre orgánico e inorgánico, que es en lo que vamos a tener que trabajar los municipios”. Cuando la planta esté lista se prevé realizar una prueba piloto con un barrio de Río Tercero.
Daniel Brusa. Redacción Puntal Villa María
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En uno de los basurales vivía una persona que según comentó Fassolis, “tenía por costumbre ir al basural y cargar cosas, y traerlas a su terreno para desarmar y recuperar algunos materiales. El problema es que lo que no servía después quedaba tirado. Incluso hubo denuncias al respecto, por lo que fue notificado el juzgado de Faltas, y el Municipio colaboró con maquinarias y demás”.
En total, se sacaron casi 200 camionadas. En uno de los sectores, que ya quedó limpio y recuperado, se retiraron cerca de 80 camionadas; mientras que en el otro “fueron más de 100, pero todavía quedan por sacar unas 40 más. El problema que tenemos es que el clima no nos ayudó para seguir adelante con los trabajos”, sostuvo.
Tapando pozos
James Craik tenía su basural ubicado a la vera de la ruta Nacional 9, en dirección a Tío Pujio. Fue retirado del lugar y trasladado junto a un camino rural “unos 1.500 metros hacia adentro, para que no quede tan cerca de la ruta. Allí se viene trabajando bien en un sector de los viejos pozos de arena que tenemos, y que fuimos tapando con enterramientos controlados. El trabajo se realiza semanalmente, cuando el clima acompaña”, indicó el mandatario.
El camión recolector recorre la población y junta los residuos. Los mismos son llevados y descargados en el predio. Una vez a la semana, una pala mecánica se encarga de volcarlos al pozo, y a medida que se va llenando se va tapando con tierra (la capa es de alrededor de 50 centímetros de alto).
Sobre el destino de las 200 camionadas recolectadas, las que tenían residuos orgánicos, material eléctrico y demás fueron llevados al basural municipal; mientras que “los escombros, madera, virutas y tierra, lo tiramos en un pozo que está pegado al pueblo, que es de una familia. Le preguntamos y nos autorizaron a arrojarlos ahí ya que no había desperdicios orgánicos”.
Planta regional
Los inconvenientes que la basura genera en James Craik se replican en todas las poblaciones que no tienen la posibilidad de realizar un tratamiento de residuos de manera particular. El costo que insume ese tratamiento es la mayor dificultad, por lo que desde hace un tiempo comenzó a analizarse la posibilidad de un trabajo regional que integre a varias poblaciones.
Y allí surgió la necesidad de hacerlo a través de las Comunidades Regionales, con proyectos ya en marcha como el que existe en la zona de Calamuchita. En el departamento Tercero Arriba, al cual pertenece James Craik, ya se construye una planta de tratamiento, entre Villa Ascasubi y Río Tercero.
“Es una planta que está muy avanzada. La idea es que todas las municipalidades llevemos la basura allí. Será una gran solución, a lo mejor no es la solución definitiva ni inmediata, pero el proyecto prevé que en 5 ó 6 años sean erradicamos los basurales a cielo abierto y se traslade todo allí”, sostuvo.
Entendió que la puesta en marcha va demandar tiempo “porque la basura va a tener que ir relativamente clasificada, allá se hará un clasificado más fino. Desde acá tendrá que ir separado entre orgánico e inorgánico, que es en lo que vamos a tener que trabajar los municipios”. Cuando la planta esté lista se prevé realizar una prueba piloto con un barrio de Río Tercero.
Daniel Brusa. Redacción Puntal Villa María