El procedimiento, realizado sin aviso en el establecimiento carcelario de barrioBelgrano, consistió en un control exhaustivo de las celdas, donde en la actualidad se encuentran alojados unos 1.400 internos.
“Se encontraron entre 110 y 115 celulares, unos 12 sobrecitos de marihuana y entre 10 y 12 envoltorios de cocaína, y algunos elementos punzantes, como son las armas blancas, artefactos que los internos guardan por razones de seguridad personal”, detalló el juez de Ejecución Penal, Arturo Ferreyra, en diálogo con un periodista de este medio.
El funcionario se vio sorprendido por la abultada cantidad de dispositivos móviles; incluso, precisó que la cifra secuestrada en Villa María superaba ampliamente a la registrada en Bouwer, establecimiento que fue requisado en el inicio de esta semana y que dejó un saldo de 78 celulares decomisados.
Ferreyra no descartó que se haya tratado de un procedimiento que esté vinculado directamente a una causa judicial, información que no le fue notificada por ninguna fiscalía.
Y aunque aseguró que nunca vio una requisa de tamaña envergadura en sus 15 años al frente del Juzgado, reconoció que este tipo de medidas “mejora las cuestiones de seguridad, tanto internas como externas”, al tiempo que destacó: “Estamos a fin de año y se ven muchas estafas telefónicas, por lo cual esto puede ayudar a disminuir los delitos que ocurren desde adentro del Establecimiento Penitenciario”.
Tomando el número total de internos y los artefactos decomisados, podría decirse que dentro del penal había un celular cada 14 presos. Vale resaltar que los presos no tienen la libertad de comunicarse por cualquier medio, sino que tienen que utilizar los provistos por las autoridades del establecimiento.
