Policía y futbolista son sus dos profesiones. Lucas Giménez sabe que “no se puede vivir del fútbol en el ámbito de las Ligas, pero es una pasión muy linda que desde niño me atrapó y no pienso largar mientras el cuerpo me lo permita”.
Agradece a “los compañeros de la Policía que me permiten cambiar los francos. Hasta ahora lo puedo llevar bien. La familia sabe que el fútbol es lo que me gusta, me banca y siempre me acompaña”.
Remarcó: “Mis padres y mi novia, Daniela, están en las buenas y en las malas. Me acompañan y hasta sufren y disfrutan conmigo”.
Consideró que “el sueño de un futbolista de Liga es ganar un campeonato local para llegar a un torneo superior. En este torneo Federal nos proponemos estar a la altura, hacer un buen papel y dejar bien parado al club”.
Destacó que “Unión nunca jugó un torneo de este nivel y enfrentar a Racing y Juniors nos hace soñar, pero hay que ir despacio. En la cancha somos 11 contra 11”.
Aclaró: “Fue muy especial sumarme a este club y jugar este campeonato superior, en el que se hizo historia al pasar a la segunda fase”.
Señaló: “Empezamos perdiendo 7-6 ante Defensores de Pilar, donde yo había sido campeón. Me lesioné la rodilla y me quedé a jugar. Pero viajaba 200 kilómetros e iba solo. No podía ir un par de días para jugar un Federal”.
Destacó que “apareció la propuesta de Unión de Oncativo y me quedaba más cerca. Viajaba con Joel Manzanares y Gastón Kranevitter. Ahora voy con Claudio Díaz. Espero quedarme todo el año”.
Mencionó que “la gente se enoja cuando te vas de un club en el que te fue bien, pero cuando viajás 200 kilómetros solo en tu auto, es difícil para vos y caro para el club, porque los viáticos son caros”.
Explicó que “Defensores tiene gente muy amiga que me entendió, los compañeros, el DT, los dirigentes. Otros se enojaron porque me fui a Unión y lo enfrenté en el torneo Federal. Pilar fue campeón después de 38 años”.
Señaló que “Unión es un club muy bueno en infraestructura. Es motivante jugar en una linda cancha, entrenar con comodidad y tener dirigentes que te tratan bien. Hay un lindo grupo humano y el proyecto es llevar al club a nivel nacional, ya sea en este torneo o en próximos años. Están entusiasmados y hay jugadores de buena calidad. Están trabajando bien”.
Recordó: “Debuté en Argentino a los 15 años. En el año 2009 fui a Vélez de Oliva con 19 años, y fui campeón con reserva. Al año siguiente, con Cosme Zaccanti, fuimos campeones invictos”.
Agregó: “En 2012 jugué en Independiente, después fui a Colazo, y en 2015 volví a Independiente de Oliva, donde fuimos campeones con ‘Tota’ Medina como DT”.
Insistió: “Me tocó ganar una final y perder otra. Emigre a Villa Ascasubi, donde perdimos la final con Almafuerte. Conocí otra linda Liga, como la de Río Tercero”.
Destacó: “También jugué en Polideportivo de Villa del Rosario antes de jugar en Defensores de Pilar, donde estuve hasta 2019, y ganamos ese torneo inolvidable”.
Con humildad, dijo: “Me gané un nombre en la Liga Independiente. Hay clubes que llevan mucha gente, que traen jugadores de Córdoba, hay buenas canchas y dirigentes que apuntan a crecer. La cancha de Unión es como jugar en Plaza Ocampo. Eso motiva”.
En Villa María, empezó en El Santo y surgió de Argentino, fue campeón con Colón y jugó en Yrigoyen (subcampeón) y un Provincial en Rivadavia. “La pasé bien en esos clubes, son equipos grandes de la Liga. Cumpliré 31 años y me cuido porque juego motivado desde que debuté a los 15 con ‘Cholo’ Romero contra Alem. Veo chicos que juegan bien, pero no están motivados. No soy profesional, pero dejo todo y disfruto”.
