Los cambios que planea el técnico, de 71 años, consisten en la entrada del mediocampista Diego Laxalt, que se desempeña en el Genoa de Italia, y del volante Lucas Torreira, del Arsenal inglés.
Las variantes producirán un cambio en el sistema de juego desarrollado hasta ahora por el equipo "celeste", que esta vez tendrá más conservador con la intención de ponerle freno a una Rusia que junto a Bélgica es una de las selecciones más goleadoras del Mundial (8). "Ahora contra Rusia va a ser un partido bastante intenso, muy físico. Y eso a nosotros nos gusta", advirtió el defensor Maximiliano Pereira, consignó la agencia alemana dpa.
"De ahí para adelante va a positivo, porque a partir de octavos de final es que va a empezar el Mundial para nosotros", destacó el jugador del Porto portugués, que todavía no jugó en Rusia 2018.
Sobre el rival local, el lateral de 34 años, señaló: "Juega muy bien de contragolpe y tiene jugadores muy rápidos. Es una de las selecciones que más ha corrido en lo que va del Mundial. Son muy físicos, lo tenemos muy claro".
También el delantero Christian Stuani manifestó que el partido ante Rusia le servirá "para poder mejorar nuestra imagen, tener más confianza, llegar a la siguiente fase e intentar hacer las cosas mejores".
Hoy el plantel ensayó jugadas de pelota parada y tiros de media distancia, mañana el equipo volará a la ciudad de Samara, donde reconocerá el estadio y realizará su último entrenamiento antes del partido del lunes.
Uruguay se medirá el lunes ante Rusia en el último partido del Grupo A, a las 11 de Argentina, encuentro que se disputará en el estadio Samara Arena.
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