Deportes | Villa María | copa |

Muy diezmada, Villa María se despidió rápido y con dignidad

Empató 0-0 en su visita a Río Cuarto en cancha de Acción Juvenil. Quedó eliminada una fecha antes del final. Hubo dos clubes que no apoyaron

Honor y gratitud a los jugadores, a los integrantes del cuerpo técnico, y a los pocos dirigentes que le pusieron el pecho a las balas y dejaron todo por la Selección Mayor de la Liga Villamariense de Fútbol, que quedó eliminada de la Copa País. Otros no pusieron todo.

La Selección de Río Cuarto, que la había vencido 2-1 en Pasco, se encargó de darle “el tiro de gracia” en General Deheza, donde Villa María sacó a relucir su entereza, y con un puñado de jóvenes que fueron al frente hasta la última pelota, se despidió empatando 0-0 ante un rival de talla. No “todo pasa”.

No habrá que buscar excusas futbolísticas. A las razones de esta prematura eliminación, el Consejo Directivo de la Liga Villamariense de Fútbol deberá encontrarlas en sus delegados que no pusieron todo. Los “culpables” son los dirigentes irresponsables que decidieron no ceder a los jugadores para una competencia nacional, que además de prestigio, puede dar réditos deportivos y hasta económicos como ningún otro torneo.

Es que de acuerdo a lo expresado por las autoridades de la AFA y el Consejo Federal, el campeón de la Copa País jugará la Copa Argentina.

Hoy ningún club de Villa María participa en torneos superiores.

Hoy, por lo tanto, ningún club de fútbol de la ciudad y la región puede jugar la Copa Argentina.

Sin embargo, hoy le negaron sus jugadores a la Selección de la Liga.

Alumni y Colón no cedieron a sus jugadores. ¿Si no quieren a la Liga, para qué ocupan cargos de trascendencia en la Mesa Directiva?

¿Hay motivos suficientes para que la Liga Villamariense de Fútbol les sostenga sus cargos cuando sus clubes no cedieron a sus jugadores?

Esos dirigentes que hoy ocupan dichos cargos, debieron explicarle a las comisiones directivas de esos dos clubes, que los expusieron a tener que dar un paso al costado de la Mesa Directiva que preside Lucas Martinetti, quien quedó debilitado al no recibir el apoyo de dos de sus “mano derecha”. No lo respaldó la gente de “su riñón” al presidente.

Río Cuarto y General Roca clasificaron al vencer a Villa María. Eso podía pasar. También podían los jugadores negarse a participar.

Lo que no podía pasar era que los dirigentes negaran a sus jugadores la posibilidad de vestir la casaca de la Liga. Alumni y Colon no cedieron a sus jugadores, y los rivales de Alumni y Colón en cuartos de final optaron ahora por hacer lo mismo.

Con varios pibes de clase 2008 (es decir de 16 o 17 años), el cuerpo técnico armó un equipo al que sólo le servía el triunfo. Empató 0-0, y aún si lograba la hazaña y vencía en General Deheza a Río Cuarto, el sangrado interno sería grande, por la mezquindad, la falta de sentido común, y hasta de interés por jerarquizar, apoyar, y amar a la Liga.

La Liga madre cumplió 111 años, y algunos de sus hijos (clubes) no la aman, no la protegen, ni la jerarquizan, ni disimulan su ausencia de respeto y pertenencia hacia ella.