El Consejo Superior aprobó por unanimidad un “Protocolo para prevenir, abordar y sancionar las violencias de género en el ámbito de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM)”.
El mismo fue impulsado por la Secretaría de Bienestar (cuya titular es Daniela Dubois) y tuvo un tratamiento interclaustros hasta llegar a la redacción y aprobación definitiva. Tras obtener dictamen favorable por parte de las Comisiones de Bienestar y de Interpretación y Reglamento, el proyecto fue debatido por el máximo órgano deliberativo y ratificado con votos de funcionarios académicos y representantes de los claustros estudiantiles, graduados, docentes y no docentes.
“La Universidad no es ajena a situaciones que pasan en la sociedad”, afirmó Patricia Chiavassa, no docente de la casa de altos estudios, e integrante activa en la redacción del protocolo.
En este marco, y a partir de su aplicación, esta herramienta permitirá proyectar “un ambiente universitario libre de discriminación, violencias y hostigamiento por razones de sexo, de género o de identidad sexual”, explicaron.
Chiavassa agradeció la participación del claustro no docente “que trabajó de igual a igual con el resto”.
En este sentido, el protocolo establece procedimientos institucionales y principios de actuación, pero también contempla acciones de prevención, visibilización y sensibilización; medidas protectoras y sancionatorias; y dispositivos de abordaje, asistencia y acompañamiento a las víctimas.
Fue impulsado y trabajado por una mesa interclaustro coordinada por la Secretaría de Bienestar, a través del Programa de Género y Sexualidades, que coordina Marcela Pozzi.
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“La Universidad no es ajena a situaciones que pasan en la sociedad”, afirmó Patricia Chiavassa, no docente de la casa de altos estudios, e integrante activa en la redacción del protocolo.
En este marco, y a partir de su aplicación, esta herramienta permitirá proyectar “un ambiente universitario libre de discriminación, violencias y hostigamiento por razones de sexo, de género o de identidad sexual”, explicaron.
Chiavassa agradeció la participación del claustro no docente “que trabajó de igual a igual con el resto”.
En este sentido, el protocolo establece procedimientos institucionales y principios de actuación, pero también contempla acciones de prevención, visibilización y sensibilización; medidas protectoras y sancionatorias; y dispositivos de abordaje, asistencia y acompañamiento a las víctimas.
Fue impulsado y trabajado por una mesa interclaustro coordinada por la Secretaría de Bienestar, a través del Programa de Género y Sexualidades, que coordina Marcela Pozzi.
“La Universidad no es ajena a situaciones que pasan en la sociedad”, afirmó Chiavassa.