La Aduana profundizó los controles sobre las importaciones que se realizan a través de zonas francas, que prácticamente se duplicaron en términos interanuales durante el primer trimestre del año.

El organismo sospecha que a través de esas operaciones existen maniobras irregulares de triangulación y sobrefacturación para acceder a divisas.

Según se informó oficialmente, se están revisando las operaciones de mercadería importada por el aeropuerto internacional de Ezeiza, que pasaron de 360 millones de dólares en el primer semestre de 2021 a 700 millones en el mismo período de 2022.

El circuito se empezó a analizar a partir de una denuncia de la Aduana por sobrefacturación de máquinas para minar criptomonedas, que está siendo investigada en el Juzgado Penal Económico Nº 2 y en la cual el organismo impidió el giro irregular de cinco millones de dólares.

A partir de la irrupción de ese caso, se decidió bloquear de manera preventiva todas las solicitudes de tránsito de importación con el circuito Ezeiza-Zona Franca, con el propósito de “hacer un análisis exhaustivo de cada operación e iniciar fiscalizaciones sistémicas a todas las empresas que operaron con esta modalidad", de acuerdo con la información difundida ayer jueves por la Aduana.

La investigación

El trabajo preliminar es sobre 50 empresas que concentran el 37 por ciento de las operaciones con rubros diversos: tecnología, textiles, neumáticos y motos que, en su mayoría, triangularon la operación de importación: la mercadería tiene origen en un país (por ejemplo, China), pero la factura se hace desde un tercer país (por ejemplo, Uruguay o los Estados Unidos).

El paso siguiente será trabajar sobre 399 operadores de comercio exterior de menor tamaño, pero que hicieron ingresos en zona franca en 2022, aunque en 2021 no han exteriorizado ingreso alguno.

Ante esta situación, la Aduana busca trabajar de manera conjunta con el Banco Central y la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) en una serie de medidas para "mejorar el control de divisas para las operaciones con zona franca", destacó el organismo en un comunicado.

Con ese fin, se dispondría la inclusión de las marcas A, B y C en el documento aduanero de ingreso en zona franca de la mercadería de que se trate, similar a las que tienen quienes tramitan en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (Simi).

También se busca garantizar que la mercadería se encuentre efectivamente ingresada en zona franca previo a que el Banco Central autorice el giro de divisas.

La profundización de los controles se da en un contexto de escasez de dólares, donde el Gobierno busca priorizar la llegada de insumos para la producción.

En ese sentido, se busca desarticular los huecos que encuentran los importadores para saltear las normativas vigentes.

Por eso, se analizan nuevos anuncios para hacer un monitoreo más eficaz sobre todo el universo de compras al exterior.