El conflicto se profundizó luego de que la AFA sancionara al presidente de Estudiantes por la protesta del plantel, que recibió de espaldas al campeón Rosario Central en el “pasillo de honor”. Horas después de conocerse el castigo, Milei comunicó su decisión de no asistir al sorteo del Mundial 2026, donde inicialmente iba a mostrarse junto a Donald Trump en Washington.
“Como dice la canción: ‘todo tiene un final, todo termina’”, deslizó una fuente de la Casa Rosada, en alusión a las declaraciones con las que Tapia solía ratificar su continuidad al frente de la AFA.
El Gobierno venía evitando una confrontación abierta, pero la suspensión a Verón —considerado un aliado en el debate por las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD)— fue interpretada como un quiebre. Desde entonces, Milei envió señales de apoyo al club platense, como publicaciones en redes sociales con referencias a Osvaldo Zubeldía y al estilo que marcó la historia de Estudiantes.
Tras confirmarse la sanción, el Presidente compartió en X una imagen de Carlos Bilardo y Zubeldía, mientras que su jefe de Gabinete, Manuel Adorni, comunicaba oficialmente la cancelación del viaje al sorteo mundialista.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se sumó al cruce y apuntó directamente contra Tapia: “Verón está con el hincha de verdad. Tapia, con la casta y la mafia de siempre”. También el secretario de Prensa, Javier Lanari, cuestionó al titular de la AFA y avivó la polémica.
Con el correr de las horas, la disputa dejó de ser silenciosa para convertirse en un enfrentamiento abierto, que promete nuevos capítulos en la relación entre el Gobierno y la conducción del fútbol argentino.