Según un informe elaborado entre la UNC y la UNRC, “son 471 mil cordobeses los que están fuera del sistema laboral asalariado y se ganan la vida por cuenta propia con oficios y pequeños emprendimientos de carácter individual, familiar o asociativo”.
Se entiende por economía popular a “la producción, distribución y comercialización de bienes y servicios llevada a cabo por unidades económicas de baja escala, como micronegocios, familias o emprendimientos personales, tanto de manera individual como de carácter asociativo”.
E “incluye actividades mercantiles y no mercantiles (como las domésticas o comunitarias) y surge principalmente en los sectores excluidos del mercado laboral formal como una forma de supervivencia y generación de ingresos”.
Las principales características son las siguientes:
- “Abarca una amplia gama de actividades, desde la producción de bienes y servicios hasta la venta ambulante, ferias, o el trabajo doméstico y comunitario”.
- “Es una fuente de ingresos para familias y comunidades, permitiendo el acceso a bienes y servicios esenciales”.
- “Los participantes se organizan de manera autónoma, creando sus propios circuitos de producción y comercialización”.
El relevamiento muestra que “trabajadoras y trabajadores de la Economía Popular ocupan una de las posiciones más desventajosas del mercado de trabajo: desarrollan su actividad en condiciones de baja registración laboral, fiscal y societal, lo que resulta en altos niveles de desprotección social;por ejemplo:más de la mitad (51,6%) integra hogares que no alcanzan a cubrir una canasta básica total, es decir, se encuentra en situación de pobreza”.
Y agrega: “Quienes viven con ingresos que provienen de la economía popular son cada vez más: entre 2023 y 2024 su peso relativo en relación a la Población Económicamente Activa (PEA) se incrementó un 5,9% y en los últimos 14 años creció 15,7% en la provincia y 13% en el país”.