La escalada inflacionaria hace estragos en los bolsillos de las familias cordobesas: 1 de cada 2 hogares de la provincia no llega a fin de mes.
El costo de vida crece, pese a la leve desaceleración en los precios de los alimentos del mes de junio pasado, y los salarios no aumentan al ritmo inflacionario, con lo cual los cordobeses ven recortadas, cada vez más, sus posibilidades de compra.
Según un relevamiento privado, casi el 50 por ciento de las familias cordobesas no puede acceder a la totalidad de la Canasta Básica Alimentaria (CBA).
En junio, dicha canasta, que es la que marca la línea de indigencia para una familia tipo, fue de $ 136.174.
En tanto, la Canasta Básica Total, que es la que determina la línea de pobreza, subió a $ 248.018.
Según la proyección que hace el Centro de Almaceneros de Córdoba, la CBT estará a fin de año a $ 380.932 y solamente la mitad de los hogares provinciales tiene acceso a ella.
Ya los cordobeses han dejado de comprar determinados alimentos en los comercios de proximidad (léase almacenes, carnicerías y verdularías) y estiran sus ingresos como chicle, tal como se dice en la jerga popular.
Según informó Puntal, 9 de cada 10 hogares cordobeses financiaron en junio los alimentos con tarjetas, al fiado o con dinero prestado.
Ylos que no llegan a fin de mes saltean comidas.
Por último, las principales deudas en mora de las familias encuestadas de acuerdo con lo sondeado por el estudio citado fueron: tarjetas de crédito (54,6%); tasas, impuestos y servicios (29,3%) y créditos y préstamos (10,6%).