María Celeste Ferreyra preside desde el año pasado una entidad pura de fútbol en la Liga Villamariense: Playosa Sportivo Club.
Es histórico para el club, pero además es histórico en La Playosa, que tiene como intendenta a otra mujer: Gabriela Nicolino.
Se define como “futbolera. Mi familia vive con mucha pasión el fútbol y ama al club, desde mi padre que fue dirigente y delegado, y mi hermano que fue jugador. Mi mayor sueño es poder lograr un campeonato de la Liga con Sportivo, y que el club crezca más”.
La cuarentena por el coronavirus detuvo el fútbol, y se llevó una vida en La Playosa. “Estamos muy complicados, extremando los cuidados y con marcado dolor en el pueblo. Gladys (Noemí Yuon) era una mujer muy querida, al igual que su esposo Aurelio (Semenzín), que fue un intendente muy respetado en su gestión. Son excelente gente, y dolió mucho su fallecimiento”.
Destacó que “ambos eran socios del club, siempre colaboraron, y aunque Aurelio no presidió el club, siempre ayudó a todas las comisiones, aún antes de ser intendente. Es un golpe duro para Playosa”.
Los sueños celestiales del “albo”
Celeste Ferreyra acompañó en la gestión anterior a Francisco Servetti, de quien manifestó que “trabajó muchísimo. Le cambió la cara a la cancha, e hizo una gran gestión. Le propuse que quería otras cosas para el club, y me dio lugar”.
“En julio arranqué con la nueva comisión. Siempre colaboré, y hay cosas que quiero cambiar. No es fácil cuando sos mujer, porque muchos aún no entienden estos cambios en el mundo. No para todos está bueno que una mujer presida un club de fútbol. Somos muy pasionales en La Playosa, pero cuando ves las cosas desde adentro te das cuenta cómo son. La campaña fue mala, y no clasificamos, pero ya corregimos y estamos entusiasmados y creciendo”.
Resaltó que “estoy convencida del club que quiero, y hay mucho por hacer. Hay un grupo de gente que me apoyó, y aunque nos está tocando esta extraña situación del coronavirus, sabemos que hay que adoptar decisiones, y no se puede conformar a todos. Por allí no siempre se ve bien a una mujer en el fútbol, pero hay muchos hombres que están ayudando mucho”.
“Históricamente fue un club de hombres. Veo los libros de acta, y no hay muchas mujeres en las comisiones del club”, afirma Celeste.
“Son desafíos grandes, y pruebas más difíciles para una mujer, y las afronto con más ganas y con un gusto especial. Quiero que el club crezca. Quiero que futbolísticamente le otorgue alegrías al pueblo. Quiero que socialmente y humanamente se vea un cambio, que crezca en todo sentido”.
Sostuvo que “pretendemos con la comisión mejorar la infraestructura y la calidad del club. La situación económica no ayuda, pero la gente nos apoya en todo. Siempre digo que nada es fácil, pero juntos tampoco es imposible. Si vamos haciendo las cosas con calma, dando pasos seguros y con paciencia, lograremos todo paso a paso”.
Apuntó que “arrancamos con la decisión de sumar el fútbol femenino, y hacía poco que había empezado el de infantiles. Eran cosas nuevas, en las que probamos y cometimos algunos errores por querer hacer. Soy abierta, me gusta aprender, y sé que nos vamos a equivocar, pero vamos a hacer”.
“El tema edilicio era tan prioritario como el fútbol. Nosotros hacía años que teníamos la secretaría cerrada. Ya se abrió. La sede estaba alquilada, y los socios no la usaban. Ya la recuperamos”, dijo.
Acotó que “la idea es que la sede vuelva a funcionar como antes. Es la sede del club, y hay que hacerle arreglos importantes. Generaremos y lo haremos de a poco. También queremos arreglar la pista, que ya volvimos a utilizar”.
Además resaltó que “la temporada de verano fue excelente, con la pileta muy visitada por los socios. Y ya acordamos con una persona para la mantención del predio y los asadores, para que se utilice en otoño, invierno, algo que no sucedió en los últimos años”.
Destacó que “la cancha de padle también estaba en desuso, y la empezamos a arreglar y pintar para que la gente vuelva a practicar otro deporte en el club. También sabemos que hay buen handball en las escuelas de La Playosa, y nos gustaría integrar esa gente al club”.
“La gente colaboró mucho tanto con la pileta como con el predio y la pista del club. Tuvimos problemas con la cancha de fútbol, porque se habían realizado muchas mejoras en la gestión anterior, pero el piso se deterioró mucho”.
Del piso al cielo
Manifestó que “cuando terminó el campeonato, muy malo deportivamente, nos pusimos a recaudar fondos para trabajar en el piso. Le pedí a Paulo (Velasco) que entendiera que a su equipo y al club le servía una cancha con buen piso”.
“Todos pusimos nuestro granito de arena, y más allá de lo malo que es este parate por lo económico, para la cancha nos sirvió. Por fin tendremos un piso excelente”.