Daniel Bachanini tiene la sangre “millonaria”, aunque a nivel nacional sea fanático “xeneize”.
Su señora Zulma acompañó y sufrió cada batalla de Daniel en River Plate y más tarde las de sus dos hijos. El menor, Santiago, fue defensor (también jugó en Belgrano e Yrigoyen) y el mayor, Jacobo, arquero (campeón con Universitario), que le regaló dos nietos Valentino (11 años, y ya juega en la “U”) y Nazareno (7).
“Todos mis hijos y los de mis compañeros jugaron en River Plate. Los de ‘Guly’ Barengo, los de ‘Tatalo’ Giovanardi..., porque la sangre siguió de generación en generación. De corazón los digirí a todos en el club. Y este año como lo hace siempre ‘Titino’ Barrionuevo me fue a buscar, pero le dije que el año que viene vuelvo, porque estaba muy complicado con el laburo este año”, se excusa.
Explicó que “transmito lo que aprendí de Mario Requena, ‘Yiyo’ Ramos, ‘Mono’ Galíndez y el ‘Negro Numa’ Rodríguez”.
Destacó que “los voy a invitar a todos para que volvamos a dar una mano. Alguno será DT, otro dirigente, y otros colaboradores. Pero tenemos que volver todos a darle una mano a River Plate, para dejar de verlo tan solo a Barrionuevo”.
Subrayó que “en Alumni mi primer DT fue Don Ruidavets, el papá del ‘Pata’. Gran tipo también. Y el ‘Cali’ Peralta, que falleció, fue mi primer DT en River Plate”.
Explicó que “en Primera tuve a los que te nombre: Mario Requena, ‘Numa’ Rodríguez, ‘Yiyo’ Ramos y ‘Mono’ Galíndez, pero además, al ‘Gallego’ Martínez, el doctor Dávila, Marcelo Alamo, ‘Chacho’ Peñaloza”.
“Si no me equivoco ‘Tatalo’ Giovanardi también e dirigió, y no me olvido del ‘Tonio’ Carpinteiro, que fue presidente y manejaba todo en el club. Fuimos a varios Provinciales, y nadie sabía si pagó los colectivos, pero el ‘Tonio’ los conseguía, y nunca nos dejó a pata. Algunos con TV y de dos pisos”, sonríe.
Manifestó que “el título se le negaba a River desde 1973 que no podía ser campeón. Lo logramos en 1994, después de perder la final con Alem en 1993”.
Recuerda que “patear el último penal y errarlo con Alem fue terrible. Me lo atajó Silvio Munch. Lloré mucho ese día. Luego tuve revancha con Mario Requena en 1994”.
Se recibió de campeón
Bachanini resaltó que “en ese equipo campeón eran todos pibes y yo. ‘Payaso’ Zárate, Leo Negrini, los Lauricella, Paulo Velasco, ‘Gordo’ Saluzzo. Los únicos 3 viejos éramos ‘Kuky’ López, ‘Guly’ Barengo y yo. Ellos dos empezaron el torneo, pero se rompieron”.
Remarcó que “Mario Requena sumó al ‘Pato’ Delfino, que la rompió ese año, formó una dupla bárbara con Gabriel López, quien para mí fue uno de los mejores que vi en la Liga. Un fenómeno, junto a Lucas Barengo, los mejores que vi en los últimos años”.
Recordó que “Requena trajo a 4 pibes de la AFUCO. Sosa era picante y Zucotti marcó punta todo el torneo. Algunos no jugaron más, pero ese torneo volaban”.
“Le ganamos 2-1 en la primera final, y luego empatamos 0-0. Venía de perder la final con Colón en 1989, estuvimos cerca en el ‘91, y perdí otra final con Alem en 1993. Se me tenía que dar”, insistió.
“Mario Requena nos acomodó, y luchamos todos. Fue la satisfacción más grande que me dio el fútbol. Mi único título con River Plate. Había gente que lo merecía como Ermácora, Fortini, León. Mi anécdota es que ese día me infiltró ‘Catete’ Gómez, que jugaba en Rivadavia. Yo estaba desgarrado en el talón. Muy buen tipo”, dijo.
“Entré faltando 25’. Se venían como locos los de Rivadavia. Le pedía la hora a Lolich. Y antes de finalizar me dijo: Ya sos campeón”.
Aseguró que “yo empecé jugando de 10, pero el tiempo me hizo un 5 de corte. Lo que pasó fue que yo tenía a Rubén Miranda como 5 en el equipo que debuté, y con él jugaba holgado, le sobraba para manejar toda la cancha. Después el ‘Mono’ Galíndez me puso de 5, y me hizo un rústico, que seguía las ordenes de ‘Tatalo’ Giovanardi”.
Sonríe y señala que “había que amoldarse a lo que pedía el DT. Leí algo similar de Jorge Molina cuando pasó a Alumni, y lo mandaron a hacer marca personal. Es un gran tipo Molina, y salió de River Plate al igual que Rapetti, ‘Pelusa’ Machado y ‘Nipón’ Bazán. También Jorge Gianandrea, que triunfó en Alem. Pero en River Plate salían buenos jugadores”.
Rememoró que “Ferro vino a jugar un par de amistosos. Griguol lo vio a Gustavo Bévolo y se volvió loco. Le ofrecieron que vaya los sábados y volviera, pero no fue, quería ser médico. Era un monstruo”.