Obispos de toda la provincia de Córdoba presentaron ayer una carta en la que se manifiestan abiertamente en contra de la aprobación definitiva de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
En la nota, que lleva la firma de los ocho obispos que se encuentran en funciones en las distintas diócesis provinciales, se manifesta que, en caso de aprobarse dicha normativa se regresaría a una dictadura encubierta.
En las últimas semanas, la Iglesia Católica Argentina viene reforzando su postura contra la aprobación de la ley nacional y ahora los obispos cordobeses dejaron en claro, y por escrito, sus posturas.
La postura de los obispos
La nota, lleva la firma del arzobispo de Córdoba, Carlos Ñañez; así como también del obispo de Villa María, Samuel Jofré; el obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva; el obispo de Cruz del Eje, Ricardo Araya; los obispos auxiliares de Córdoba, Ricardo Seirutti y Pedro Torres; el obispo prelado de Dean Funes, Gustavo Zurbriggen y el obispo de Río Cuarto, Adolfo Uriona.
Titulada “Carta abierta de los obispos de la provincia de Córdoba”, la nota recuerda el documento publicado por la Iglesia Argentina con motivo de la recuperación de la democracia, en 1983, denominado “Dios, el hombre y la conciencia”.
“Estábamos saliendo de un periodo oscuro: pocas veces en la historia de nuestro país se había avasallado la dignidad de la vida como entonces”, remarca.
“Los obispos de las seis diócesis presentes en el territorio cordobés, sentimos el deber de expresarnos acerca de la propuesta de los senadores de nuestra provincia sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Dicha ley cuenta con media sanción de Diputados, y los senadores tienen la grave responsabilidad de dar su voto sobre ella. A nadie se le oculta la importancia, complejidad y gravedad de la materia sobre la que están legislando: la dignidad de la vida, tanto del ser humano en gestación, como de la madre gestante”, marca la nota que continúa enumerando una serie de “observaciones”, “que se detienen en los aspectos éticos de la propuesta”.
Entre las declaraciones, la nota reconoce la oportunidad de incluir la objeción de conciencia institucional dentro de la ley definitiva, algo que no está actualmente en el proyecto que tiene media sanción.
“Nos parecería desacertado el voto de los senadores aprobando el proyecto. Es más, consideramos que no expresa ni el sentir de muchos cordobeses, ni el rico cimiento jurídico a favor de la vida de nuestra Constitución Provincial”, agrega la nota.
Quizás el párrafo que más polémica generó tiene que ver la comparación con una dictadura.
“Nuestra oposición al aborto no surge de un dogma o de razones puramente religiosas. La defensa y cuidado de la vida por parte de todos y del Estado es cuestión de humanismo y racionalidad, más allá de las creencias religiosas de cada uno”, marcaron y profundizaron señalando, “creemos que una democracia que no respete toda vida humana se convierte visible o encubiertamente en dictadura de los que ostentan más poder porque cuando no se respeta la vida del más débil, la libertad se convierte en ocasión de dominio y arbitrariedad”.
La carta da cuenta de citas de la carta “Evangelium Vitae”, de San Juan Pablo II en donde da cuenta de la temática y marca. “La decisión de deshacerse del fruto de la concepción no se toma por razones puramente egoístas o conveniencia. Se buscaría, con esa grave decisión, preservar algunos bienes importantes...sin embargo, éstas y otras razones semejantes, jamas pueden justificar la eliminación deliberada de un ser humano”.
El escrito firmado por los ocho obispos cordobeses cierra agradeciendo “a todos los que se han animado a expresar respetuosamente en este tiempo, incluidos legisladores provinciales, hombres y mujeres públicos, que vale toda vida”.
“Como creyentes, invocamos a Jesucristo, el Señor de la historia, implorando las luces necesarias para los legisladores de la nación y todos los que tienen que tomar estas decisiones tan importantes para la vida y el futuro de los argentinos y los cordobeses”, cierra dicho documento.
Juan Drovandi. Redacción Puntal Villa María
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En las últimas semanas, la Iglesia Católica Argentina viene reforzando su postura contra la aprobación de la ley nacional y ahora los obispos cordobeses dejaron en claro, y por escrito, sus posturas.
La postura de los obispos
La nota, lleva la firma del arzobispo de Córdoba, Carlos Ñañez; así como también del obispo de Villa María, Samuel Jofré; el obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva; el obispo de Cruz del Eje, Ricardo Araya; los obispos auxiliares de Córdoba, Ricardo Seirutti y Pedro Torres; el obispo prelado de Dean Funes, Gustavo Zurbriggen y el obispo de Río Cuarto, Adolfo Uriona.
Titulada “Carta abierta de los obispos de la provincia de Córdoba”, la nota recuerda el documento publicado por la Iglesia Argentina con motivo de la recuperación de la democracia, en 1983, denominado “Dios, el hombre y la conciencia”.
“Estábamos saliendo de un periodo oscuro: pocas veces en la historia de nuestro país se había avasallado la dignidad de la vida como entonces”, remarca.
“Los obispos de las seis diócesis presentes en el territorio cordobés, sentimos el deber de expresarnos acerca de la propuesta de los senadores de nuestra provincia sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Dicha ley cuenta con media sanción de Diputados, y los senadores tienen la grave responsabilidad de dar su voto sobre ella. A nadie se le oculta la importancia, complejidad y gravedad de la materia sobre la que están legislando: la dignidad de la vida, tanto del ser humano en gestación, como de la madre gestante”, marca la nota que continúa enumerando una serie de “observaciones”, “que se detienen en los aspectos éticos de la propuesta”.
Entre las declaraciones, la nota reconoce la oportunidad de incluir la objeción de conciencia institucional dentro de la ley definitiva, algo que no está actualmente en el proyecto que tiene media sanción.
“Nos parecería desacertado el voto de los senadores aprobando el proyecto. Es más, consideramos que no expresa ni el sentir de muchos cordobeses, ni el rico cimiento jurídico a favor de la vida de nuestra Constitución Provincial”, agrega la nota.
Quizás el párrafo que más polémica generó tiene que ver la comparación con una dictadura.
“Nuestra oposición al aborto no surge de un dogma o de razones puramente religiosas. La defensa y cuidado de la vida por parte de todos y del Estado es cuestión de humanismo y racionalidad, más allá de las creencias religiosas de cada uno”, marcaron y profundizaron señalando, “creemos que una democracia que no respete toda vida humana se convierte visible o encubiertamente en dictadura de los que ostentan más poder porque cuando no se respeta la vida del más débil, la libertad se convierte en ocasión de dominio y arbitrariedad”.
La carta da cuenta de citas de la carta “Evangelium Vitae”, de San Juan Pablo II en donde da cuenta de la temática y marca. “La decisión de deshacerse del fruto de la concepción no se toma por razones puramente egoístas o conveniencia. Se buscaría, con esa grave decisión, preservar algunos bienes importantes...sin embargo, éstas y otras razones semejantes, jamas pueden justificar la eliminación deliberada de un ser humano”.
El escrito firmado por los ocho obispos cordobeses cierra agradeciendo “a todos los que se han animado a expresar respetuosamente en este tiempo, incluidos legisladores provinciales, hombres y mujeres públicos, que vale toda vida”.
“Como creyentes, invocamos a Jesucristo, el Señor de la historia, implorando las luces necesarias para los legisladores de la nación y todos los que tienen que tomar estas decisiones tan importantes para la vida y el futuro de los argentinos y los cordobeses”, cierra dicho documento.
Juan Drovandi. Redacción Puntal Villa María