Por la asfixia que genera el escenario económico y la abrupta caída de la demanda, muchos trabajadores del volante tomaron la decisión de publicar sus vehículos. “La situación está muy delicada”, afirmaron. Ante la desesperación, hay quienes se bajaron la aplicación Uber. Los que todavía resisten piden al Concejo una suba de la tarifa que ronde el 30%